Después de 26 años, se suscribió el acuerdo necesario para garantizar los derechos consagrados por el principio 10, en la Declaración de Río de 1992 sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
Representantes de 24 países de América latina y el Caribe firmaron en Costa Rica el Acuerdo de Escazú de Democracia Ambiental, el primer tratado ambiental de la región. Se trata de la concreción del largamente postergado principio 10, al que los miembros de Naciones Unidas se comprometieron en la cumbre de Río de Janeiro de 1992.
“Se logró el primer tratado ambiental de la región, un acuerdo que conjuga la protección del medio ambiente con los derechos humanos y los derechos de acceso y que sitúa el foco en la igualdad para el desarrollo sostenible, pretendiendo no dejar a nadie atrás”, expresó José Luis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Ahora, 26 años después, se transformó en un acuerdo vinculante para garantizar el acceso a la información, la participación ciudadana en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.
El texto que se logró después de tres años de negociaciones al amparo de la CEPAL deberá ser ratificado en la Asamblea General de Naciones Unidas.
En representación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la subsecretaria de Planificación y Ordenamiento Ambiental del Territorio, Dolores Duverges, participó como representante de la delegación argentina en la Novena Reunión del Comité de Negociación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe.
“Formamos parte de la mesa directiva del proceso de negociación, se dieron amplios debates, participaron los Estados, la sociedad civil, organizaciones y expertos internacionales. Este es un hito histórico que se terminará de rubricar en New York el 27 de septiembre”, apuntó Duverges.
