Lo verde y no tan verde de las empresas


El 2018 State of Green Business de GreenBiz y Trucost analiza el desempeño ambiental de las mayores empresas del mundo. El exhaustivo estudio no solo da a conocer la 10 tendencias en onda eco, sino que evalúa los avances y desafíos de lo que se ha hecho hasta ahora.

En la 11ª edición anual del State of Green Business, GreenBiz y Trucost, parte del S&P Dow Jones Indices, pusieron la lupa sobre cómo y cuánto el sector privado aborda los impactos ambientales. Para hacerlo posible, evaluaron el desempeño de las 1.200 empresas más grandes a nivel mundial y las 500 firmas más grandes de Estados Unidos.

Para ser más claros en la tarea, el informe se presenta en dos partes: mientras que la primera ofrece la diez tendencias en materia de sustentabilidad que los profesionales deberían seguir este año, la segunda porción denominada Índice mira la gestión corporativa del riesgo.

En la primera mitad, se identificaron las arenas y tecnologías emergentes que creemos que serán de impacto a medida que las empresas abordan sus desafíos y oportunidades sociales y ambientales.

"Las tendencias reflejan algunos de los potenciales sin destapar de negocios sostenibles: ir más allá de bajar costos y reducir riesgos, al fomentar la innovación de producto, nuevos flujos de ingresos y nuevos modelos de negocio. Algunas de estas pasarán a lo largo de varios años, incluso décadas, mientras que otras se volverán mainstream en un tiempo sorprendentemente corto", afirmó Joel Makower, Presidente y Editor Ejecutivo de GreenBiz Group.

En estas tendencias se ve el impacto doble que han tenido en el mundo corporativo el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
"Dos grados centígrados y los ODS. Ese es el nuevo mantra de negocios sostenibles. Rima. Casi podés bailar al ritmo de él", destacó Makower.

"Dos grados centígrados y los ODS. Ese es el nuevo mantra de negocios sostenibles. Rima. Casi podés bailar al ritmo de él", destacó Makower.

Y es a la luz de estas dos varas internacionales que se deberá prestar atención a las diez tendencias identificadas: Los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) se mueven de los márgenes al mainstream; Las metas basadas en la ciencia ganan tracción; El financiamiento verde financia la transición sustentable; Repensar el carbono para la nueva economía; La inclusión económica se vuelve un imperativo de la sustentabilidad; El almacenamiento energético carga hacia adelante; Las ciudades se movilizan para evitar la congestión de "entrega pico"; La inteligencia artificial se vuelve más inteligente; Hace su entrada la electrificación de todo; La biología sintética hackea el código para la sustentabilidad.

Lo bueno y lo malo
Por su parte, en el apartado de Índice el análisis se basó en las estrategias corporativas claves; sus esfuerzos por mejorar su entendimientos de riesgos de agua, capital natural y precio al carbono; y su creciente conciencia sobre riesgos en bajada e indirectos.

Los números del último año

  • Por primera vez en cinco años, los costos de capital natural de las 1.200 top empresas globales exceden los USD 4,1 billones
  • Los costos de capital natural superan en un 2×1 al ingreso neto
  • Las emisiones corporativas de gases de efecto invernadero cayeron en un 1%, alcanzando su nivel más bajo desde 2012
  • Un 33% más de empresas que en 2012 divulgan las emisiones de carbono de sus cadenas de valor
  • En los últimos cinco años, un 10% más de compañías fijaron metas de carbono y de agua
  • Las metas de carbono actuales contribuyen con solo el 20% de las reducciones que se necesitan de estas 1.200 empresas para alinearse al objetivo de los 2ºC
  • 10 bolsas de comercios más fijan requisitos de listado ambientales, dando un total de 68 bolsas que las tienen. Unas 40.000 empresas integran estos mercados

"El 2018 State of Green Business Index revela unos resultados preocupantes. Los costos del capital natural de las empresas venían cayendo anteriormente, pero los resultados del último año muestran un incremento tajante. Como resultado, el costo de capital natural generado por las compañías globales más grandes es casi dos veces mayor al ingreso neto", comentó el Dr. Richard Mattison, Director Ejecutivo de Trucost.

¿A qué se debe esto? Desde el reporte apunta a la creciente producción de productos agrícolas que implican crecientes impactos ambientales relacionados a la agricultura, en particular la contaminación del agua y el uso de pesticidas. Estos ocurren a lo largo de las cadenas de suministro, lo que lleva a que los precios se disparen.

"Por lejos, la mayoría de los impactos ambientales están embebidos en las cadenas de suministro de las empresas en vez de en sus operaciones directas. Esto presenta riesgos serios para las compañías a medida que los impactos relacionados al clima como las sequías interrumpen el suministro de productos intensivos de agua", explicó Mattison.

"Por lejos, la mayoría de los impactos ambientales están embebidos en las cadenas de suministro de las empresas en vez de en sus operaciones directas. Esto presenta riesgos serios para las compañías a medida que los impactos relacionados al clima como las sequías interrumpen el suministro de productos intensivos de agua", explicó Mattison.

De todos modos, no son todas malas noticias. Desde el análisis apuntan que las emisiones de carbono siguen bajando en términos absolutos, alcanzando el nivel más bajo de los últimos cinco años, gracias al cambio que se está haciendo hacia combustibles más limpios.

En la misma sintonía, se detectaron algunas mejoras en el uso del agua y la gestión de residuos. Y el número de empresas que se fija metas de reducción de carbono y agua aumentó en un 10% en los últimos cinco años.

Si bien esto último positivo, las metas que fijaron las instituciones evaluadas en el reporte dan cuenta de solo un quinto de las reducciones que se necesitan al 2050 de estas empresas.

¿Cuál es el panorama futuro? Para el escenario de los 2º C que plantea el Acuerdo de París, se calcula que los precios al carbono deberán rondas los USD 120 por toneladas métrica al 2030. En la actualidad, unos 42 gobiernos nacionales y otros 25 locales están implementando iniciativas en esta línea o planean hacerlo.

Y el reciente análisis muestra el potencial impacto de estas medidas en las empresas. Se analizó las emisiones de gases de efecto invernadero y el desempeño financiero de unas 100 empresas de 16 países que operan en los sectores de fabricación automotriz, químicos y generación de energía. Los resultados apuntan que el 30% de las ganancias del sector automóvil podría estar en riesgo en 2050, mientras que el sector de químicos podría ver el 60% de sus ganancias en jaque y el sector energético nada menos que el 100%.

"Estos riesgos son materiales. Muchos participantes de mercado coinciden en que entender el riesgo del precio al carbono en términos financieros es clave para destrabar iniciativas de reducción de carbono más ambiciosas y una mayor inversión", alertó Mattison.

"Estos riesgos son materiales. Muchos participantes de mercado coinciden en que entender el riesgo del precio al carbono en términos financieros es clave para destrabar iniciativas de reducción de carbono más ambiciosas y una mayor inversión", alertó Mattison.

¿Qué es lo que queda por hacer? Valernos del inmenso potencial creativo e innovador que el mundo corporativo ha mostrado tener a lo largo de la historia.

"Un futuro de bajo carbono que preserve y mejore el capital natural ayudará en la entrega de una economía estable y próspera para todos. Solo tenemos unos pocos años para capitalizar la mayor oportunidad de crecimiento del mundo. Nuevas herramientas y datos ayudarán a informar las decisiones de inversión críticas que necesitamos tomar. Con un mayor interés inversor en esta agenda, ahora tenemos la oportunidad de aprovechar el poder de los mercados de capital para escalar la inversión en soluciones verdes y sustentables", alentó el director ejecutivo de Trucost.

¿Qué dicen las 10 tendencias?

Los ESG se mueven de los márgenes al mainstream: cada vez más empresas integran estos criterios y dejan de pensarlos como "no financieros".

Las metas basadas en la ciencia ganan tracción: lo que en un principio fue un puñado ahora se convirtieron en cientos de empresas que fijan sus objetivos. Muchas de las 40 corporaciones que setearon sus metas en 2017, las definirán este año, al igual que varias de las 200 que se comprometieron en años anteriores, sumadas a las 80 que ya los tienen aprobados.

El financiamiento verde financia la transición sustentable: mientras que ha habido acuerdo en objetivos, metas y submentas, a la hora de hablar de la plata que se necesita, la charla no es tan precisa. Para sumar su parte, son muchos los actores corporativos que no escapan a la tarea. La industria banquera mundial se une a gobiernos, bancos de desarrollo multilateral y fondos de pensión para generar el pool de capital necesario.

Repensar el carbono para la nueva economía: los avances en tecnología digital, inteligencia artificial y robótica que dan forma a la cuarta revolución industrial que nos atraviesa cambia nuestra forma de vida y trabajo. La creciente electricidad que necesitan estos avances deberá ser generada de fuentes bajas en carbono súper eficientes.

La inclusión económica se vuelve un imperativo de la sustentabilidad: al igual que en la naturaleza, la diversidad genera ecosistemas saludables, productivos, longevos y resilientes en las comunidades. Para llegar a un sistema económico y social sostenible, debe ser diverso e inclusivo en cada aspeccto.

El almacenamiento energético carga hacia adelante: La electricidad es uno de los productos con menor tiempo de vida útil. Es por eso que desde los servicios públicos hasta los compradores, nuevas empresas y reguladores estatales se dan a la tarea de extenderla.

Las ciudades se movilizan para evitar la congestión de "entrega pico": la creciente ola de comercio online y basado en apps hace que las grandes urbes se vean más congestionadas. Esto llega a tal punto que en las horas pico de entregas, el embotellamiento se vuelve una problemática mayor lo que hace que sea malo para las economías locales y las empresas que operan en ellas. Así, cada vez más acciones buscan aliviar las arterias citadinas.

La inteligencia artificial se vuelve más inteligente: La IA es más real que lo que mucha gente percibe. Un 70% de la empresas evaluadas por Forrester Research este año planea usar algún tipo de IA antes de fin de 2018.

Hace su entrada la electrificación de todo: El camino más directo hacia un futuro de energía limpia es reemplazar las tecnologías que todavía funcionan a combustión con alternativas que funcionan con electricidad, como vehículos eléctricos y bombas de calor, todas aprovechando fuentes de energía renovables o de baja emisión de carbono.

La biología sintética hackea el código para la sustentabilidad: la ecuación simplificada de biología + química + física es lo que hace posible la vida. Si a la fórmula le agregamos ingeniería, da como resultado la biología sintética. La "synbio" está creciendo rápidamente y promete soluciones a un amplio rango de problemáticas sostenibles como la generación de energía y alimentos para el mundo y el diseño y creación de los materiales que usamos para hacer cosas. Apunta a revolucionar la agricultura, la generación eléctrica, la filtración de agua y toda una variedad de procesos industriales intensivos en el uso de recursos.

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