El hombre más rico del mundo, según el último número de la revista Forbes, propone este modelo para solucionar las cuestiones de pobreza, desempleo y hasta mejorar la calidad de vida de los empleados.
La llegada de los avances tecnológicos y las nuevas generaciones de colaboradores a los puestos de trabajo continúan generando cambios en el statu quo corporativo. Y la búsqueda del preciado equilibrio entre la vida personal y vida laboral es sin duda uno de los grandes motores que muchas veces está detrás de esta constante revolución. Con un nuevo enfoque hacia este tema, el magnate mexicano de las telecomunicaciones, Carlos Slim, decidió redoblar la apuesta y poner en jaque las semanas de trabajo establecidas, una arenga no menor viniendo de alguien que se encuentra en el corazón mismo del sistema corporativo.
Menos desempleo y mejor equilibrio
En la vigésima edición del foro “Tendiendo puentes, empleo en el siglo XXI”, que se realizó en Asunción, Paraguay, Slim propuso un nuevo formato de jornada laboral para hacer frente al desempleo y la pobreza, modelo que también tendría un impacto positivo indirecto en el cotizado work-life balance. "Se aproxima un cambio radical en la forma de trabajo. Esto quiere decir que las personas ya no se van a jubilar a los 50 o 60 años como establecen los contratos colectivos. En el futuro, las personas van a tener que trabajar más años, hasta los 70 o 75, pero solo tres días a la semana, quizás 11 horas por día", explicó el Presidente y Director Ejecutivo de Telmex en el espacio dirigido a empresarios y líderes políticos de toda América Latina.
En relación a la suba de la edad de jubilación, el magnate apuntó que no solo es viable para aliviar la carga de jubilados, sino que además porque los colaboradores, suplantados en muchos casos por las máquinas, ya no son sometidos a tanto trabajo físico. "La expectativa de vida ahora es mucho mayor a la que se tenía en el pasado. Ya no es sostenible una jubilación tan temprana", destacó el dueño de Telmex. Bajo esta nueva perspectiva, los servicios públicos y privados deberían trabajar las 24 horas, con los trabajadores repartidos para completar la semana.
En la conferencia, el empresario sostuvo que los países deben crecer arriba del 5% de manera sostenida para hacerle frente a estas dos problemáticas y que para ello la inversión debe aumentar al menos a 25% del Producto Bruto Interno Y remarcó que esta alternativa es la única forma que él conoce de lograrlo.
Además, los beneficios también afectarían directamente a los trabajadores. "Con tres días de trabajo a la semana tendríamos más tiempo para relajarnos, para mejorar nuestra calidad de vida", opinó Slim, a lo que agregó que "con cuatro días de descanso sería muy importante generar nuevas actividades de entretenimiento y otras formas de estar ocupados”. De esta forma se generaría un círculo virtuoso entre sociedad e individuo, ya que con estas medidas habría más generación de empleo con el fomento del turismo, el entretenimiento y el comercio del ocio.
Con esta propuesta, el dueño de Telmex viene a sumarse a una idea que está haciendo eco en otras partes del mundo. Ya en Australia, el NSW Business Chamber había planteado jornadas reducidas de cuatro días, alegando como principales beneficios mejoras en el impacto ambiental, la reducción del tránsito y las horas pico, y empleados más saludables.