Pese a la creciente presión social que encontró especial fuerza en la voz de los jóvenes, la Cumbre no ha logrado mayores avances. Tras varios días de negociaciones a nivel técnico, arranca la ronda de negociaciones políticas.
Una vez más, líderes gubernamentales afrontan el reto de intensificar la respuesta a la crisis ambiental, pero por ahora las señales no invitan al optimismo. Bajo presidencia chilena y movilizando a millones alrededor del mundo bajo el lema #TimeToAct (#TiempoDeActuar), el 2 de diciembre arrancó la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) en Madrid.
El centro de exposiciones IFEMA se convirtió en la sede de último momento de la COP25, tras la serie de protestas sociales que se apoderaron de su país anfitrión original, Chile. “Para Latinoamérica, Europa es el aliado natural en la lucha contra el cambio climático”, expresó Carolina Schmidt, Ministra de Medio Ambiente de Chile y Presidenta de la COP25.
"Esperamos un movimiento profundo de parte de la mayoría de países del G20 que representa tres cuartas partes de las emisiones mundiales", alentó en la apertura Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
Hasta el 13 de septiembre, jefes de estado, activistas, científicos y empresarios se cuentan entre los expertos que se acercan a este encuentro con el fin de avanzar en la agenda ambiental internacional. En total, se espera a más de 25.000 asistentes procedentes de 196 países. "Esperamos un movimiento profundo de parte de la mayoría de países del G20 que representa tres cuartas partes de las emisiones mundiales", alentó en la apertura Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.
Pasos inciertos
Pero a pesar de la concurrencia, entrada ya a la segunda mitad de las conversaciones, no se palpan avances concretos. A principios de la semana pasada, un informe reveló cuán lejos estamos en el mundo de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Entre los resultados que nos alertan esto, las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron un 0,6% en 2018. En paralelo, los compromisos actuales no son suficientes para evitar niveles catastróficos de calentamiento global. Así, para frenar el daño irreversible que ya está causando el cambio climático, los gobiernos tendrían que quintuplicar los esfuerzos previstos.
Nuevamente, la causa encontró en las voces de los más jóvenes uno de sus mayores multiplicadores. Por eso para algunos lo más importante no ha sucedido dentro del centro de convenciones del IFEMA, sino en las calles de Madrid, donde cientos de miles de personas han exigido "justicia climática". Como una de las referentes de su generación, el viernes 6 de diciembre por la noche, la joven Greta Thunberg llegó a la capital española para unirse a la marcha de 500.000 personas por el centro. "Hemos estado en huelga durante más de un año, y básicamente no ha pasado nada", alertó Thunberg.
"Hemos estado en huelga durante más de un año, y básicamente no ha pasado nada", alertó Thunberg.
"Los que están en el poder siguen ignorando la crisis climática y no podemos seguir así", exclamó y exigió a los líderes mundiales que escuchen lo que la ciencia viene demostrando hace tiempo. También resaltó la importancia del evento como instrumento de movilización y concientización colectiva. "La COP25 no es algo que deberíamos mirar más allá e ignorar. Debemos aprovechar cada oportunidad que tengamos de mejorar la situación", destacó la joven.
El presente argentino y su futuro Dando inicio a su última gira al exterior en su rol presidencial, Mauricio Macri aterrizó en la COP 25 donde habló sobre la visión de su administración para disminuir la huella de carbono del país. En esta línea, afirmó que la producción eléctrica estará "libre de gases de efecto invernadero para 2040". Además señaló que Argentina está trabajando en una estrategia para la reducción de emisiones a largo plazo, con el objetivo de neutralidad de carbono para 2050. En la cumbre también dio el presente el Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman. “En esta última Conferencia de las Partes, el país pudo llegar con una respuesta nacional al cambio climático que consiste en una ley de presupuestos mínimos que se logró consensuar", apuntó Bergman. Al igual que Macri, hizo un repaso del desempeño en materia ambiental durante los cuatro años de su gestión, que aumentó un 20% la ambición. El ministro también se refirió también a los planes que fueron presentados en las distintas COP: “Son siete planes sectoriales de mitigación del cambio climático, que apuntan a qué vamos a hacer para disminuir los gases de efecto invernadero”, e incluyen temas como transporte, energía, bosques, infraestructura y salud. Tal como sucedió en la COP21 de 2015 en París, que también coincidió con el cambio de mando en Argentina, a esta cumbre le toca reemplazo de la diplomacia nacional en el medio del evento para resolver la crisis climática. Así, horas después de haber asumido, Juan Cabandié, el ministro de Medio Ambiente designado por el presidente electo Alberto Fernández, viaja a España para dar su parte. |
En el medio de las críticas, las primeras jornadas de diálogo dieron como fruto un texto sobre el futuro de los mercados de carbono. Aunque cabe recordar que es solo un primer paso. Todavía no hay garantía de ninguna resolución a las disputas sobre los mercados, las llamadas conversaciones del Artículo 6. Este punto es el único que falta por acordar del Acuerdo de París y regula los mercados. En el tema, persisten desacuerdos importantes sobre algunas cuestiones, como la contabilización de los créditos o el modo en que el cumplimiento de metas anteriores pueda contar para los objetivos futuros.
Si este problema no se resuelve, la cuestión técnica también quedará suspendida hasta el 2020. Esto complejiza el hecho de que para el próximo año a más tardar, las naciones tienen que realinear sus objetivos de reducción. Las reuniones de Madrid de esta semana son las últimas negociaciones importantes antes de 2020, el año en que entra en vigor el acuerdo de París.
Cuando las naciones firmaron el acuerdo en 2015, acordaron que las emisiones globales de gases de efecto invernadero deben alcanzar su punto máximo en 2020 y luego comenzar a caer o el mundo enfrentará daños desastrosos e irreversibles. Para cumplir con las metas, antes de la COP26, muchos deberán aumentar sus compromisos de reducción. Mientras la COP24 que se celebró en 2018 en Polonia fue clave para pautar las reglas de aplicación del pacto -como limitar el calentamiento a menos de 2ºC e idealmente a 1,5ºC-, la cita en Madrid se considera de transición, antes de la de Glasgow en 2020, fecha en que los firmantes se comprometieron a revisar sus ambiciones.
Qué esperar en la segunda serie
La juventud no solo se hizo cargo de darle cierre a la primera semana. Los activistas intentaron mantener la presión y dieron el presente en el centro de conferencias el lunes, recién salidos de las marchas y protestas del fin de semana. "Se verá cada vez más claro qué países están listos para mejorar sus compromisos en 2020 y presentar objetivos climáticos en línea con el Acuerdo de París. También quedará claro qué países quieren seguir priorizando las ganancias y el interés propio a los derechos de la gente”, opinó Jennifer Morgan, Directora de Greenpeace International.
"Se verá cada vez más claro qué países están listos para mejorar sus compromisos en 2020 y presentar objetivos climáticos en línea con el Acuerdo de París. También quedará claro qué países quieren seguir priorizando las ganancias y el interés propio a los derechos de la gente”, opinó Jennifer Morgan, Directora de Greenpeace International.
¿Qué pasa con Estados Unidos? Aunque Estados Unidos se retiró formalmente del Acuerdo de París, el proceso no puede completarse hasta el 4 de noviembre de 2020. Esa fecha marca el día después de las elecciones presidenciales estadounidenses. Si Trump pierde, un nuevo presidente podría reincorporar al país al tratado, pero esto implicaría comprometerlo a reducir aún más sus emisiones. Mientras se debate su futuro político, una numerosa coalición multiactoral se asegura de cumplir con la palabra norteamericana. Entre ellos se cuenta, el multimillonario Michael Bloomberg, que acaba de lanzarse en la carrera presidencial a la Casa Blanca. Bloomberg se cuenta entre quienes se asisten a la COP25 para presentar los progresos de Estados Unidos en la acción climática. |
Con un saldo incierto, tras varios días de negociaciones a nivel técnico, arranca la ronda política que alumbrará el acuerdo final. El segmento de Alto Nivel de la Conferencia del Clima de la ONU se desarrolla este martes y miércoles. También se espera que la UE impulse las conversaciones con sus propuestas de nuevos acuerdos verdes de la Comisión Europea el miércoles.
En circunstancias normales, como anfitrión de la COP 26, el Reino Unido jugaría un papel clave en esta instancia. Pero su delegación se ha visto obstaculizada por las elecciones generales: por protocolo, los funcionarios y la próxima presidente de la COP (la ex Ministra del Clima de Reino Unido, Claire Perry O'Neill) no pueden hablar en público.
Desde la comunidad internacional también se lamentó que, a pesar de ser grandes emisores de gases contaminantes, tres países de gran importancia en la lucha climática no enviaran delegaciones con funcionarios jerárquicos: Estados Unidos, China y Rusia. El presente oficial lo darán Marcia Bernicat, Subsecretaria Principal Adjunta de la Oficina de Océanos y Asuntos Científicos y Ambientales de Estados Unidos; Yingmin Zhao, Viceministro de Ecología y Medio Ambiente de China; y Ruslan Edelgeriev, Asesor del Presidente de la Federación de Rusia y Enviado Especial sobre Asuntos Climáticos.
"La UE es el actor clave ahora. Es el único bloque suficientemente grande para hacer avanzar las cosas junto a los grandes países emisores en desarrollo", comentó Alden Meyer, Director de Estrategia y Política de la Union of Concerned Scientists.
Con el liderazgo climático debilitado, hay quienes estiman que la UE es la que debe marcar el camino. "La UE es el actor clave ahora. Es el único bloque suficientemente grande para hacer avanzar las cosas junto a los grandes países emisores en desarrollo", comentó Alden Meyer, Director de Estrategia y Política de la Union of Concerned Scientists.