Fernanda Salerno, Gerente de Relaciones Institucionales de Coca-Cola para Argentina, Paraguay y Uruguay, nos cuenta de la campaña para reducir el uso de envases y darles nuevas vidas, impulsando el uso de retornables plásticos y de vidrio.
Cada minuto en el mundo se compran un millón de botellas, y la mitad de ellas termina en los océanos. Conscientes del desafío que implica abordar esta problemática, en el marco de su iniciativa global Un Mundo Sin Residuos que apuesta de lleno a la economía circular, Coca-Cola lanzó Vivamos Más Retornable. La campaña es una invitación para que las personas eligen envases retornables por sus múltiples beneficios.
"El tamaño de una compañía y un sistema como el de Coca Cola nos da escala para aportar soluciones creativas a todos estos problemas sociales y ambientales", comentó en esta entrevista radial Fernanda Salerno, Gerente de Relaciones Institucionales de Coca-Cola para Argentina, Paraguay y Uruguay.
"El tamaño de una compañía y un sistema como el de Coca Cola nos da escala para aportar soluciones creativas a todos estos problemas sociales y ambientales", comentó en esta entrevista radial Fernanda Salerno, Gerente de Relaciones Institucionales de Coca-Cola para Argentina, Paraguay y Uruguay.
En esta línea, además de los envases de PET retornable, la compañía relanzó su icónico envase de 1L de vidrio retornable. "Se hizo ahora un relanzamiento porque viene la botella de vidrio, pero de la mano de concientizar y trabajar con el uso del retornable", explicó la entrevistada.
Bueno para el planeta, bueno para el bolsillo
Y es que además de ser una opción más económica para el consumidor -ahorrando hasta un 25% con la alternativas retornables-, también contribuyen al cuidado del ambiente al reutilizar y reducir. "Uno de los objetivos es que todos los envases de los productos de Coca Cola sean 100% reciclables en todo el mundo para el año 2025. Eso en Argentina ya ocurre", contó la ejecutiva.
¿En qué se traduce esto? Un envase de plástico retornable puede ser reutilizado en promedio más de 10 veces. Después, el material puede seguir siendo reutilizado en otros productos y cadenas. Esto reduce un 80% el consumo de material PET virgen al mismo tiempo que disminuye significativamente la huella de carbono. Además, cada botella retornable de plástico son 12 envases menos que se ponen en el mercado. Y en el caso de los de vidrio, se pueden reutilizar unas 35 veces.
"Si este trabajo no se aborda de manera integrada con el sector público, el sector privado y la sociedad civil, es inabarcable", advirtió Salerno.
Para dar forma a este círculo virtuoso, además de pensar y trabajar en nuevos diseños y en la recolección, una pieza clave radica en la articulación con diferentes actores. "Si este trabajo no se aborda de manera integrada con el sector público, el sector privado y la sociedad civil, es inabarcable", advirtió Salerno.
Este esfuerzo en conjunto va recolectando sus frutos, aunque estamos lejos de la meta. "Es un trabajo que demanda un compromiso a más largo plazo", reflexionó la vocera. Así, la corporación se guía por el Objetivo a 2030 de recolectar y reciclar el equivalente al 100% de los envases que se ponen en el mercado. "Hoy en diez ciudades mensualmente se recuperan 1.900 toneladas de materiales. De esas, 120 toneladas corresponden a PET", detalló la ejecutiva.
Sin embargo, la propia geografía nacional también presenta barreras y oportunidades locales diferentes. En comparación, el estilo de vida y los hábitos instalados en CABA arrojan cifras menores a las del resto del territorio. "En el interior, tanto las botellas de vidrio como el PET reciclado, representan el 50% de la facturación. Acá en la Ciudad también hay un tema de comodidad", comparó Salerno.
De esta manea, para intentar llegar a todos los consumidores, "Vivamos más retornable" se comunica a través de una campaña integral de comunicación desarrollada por Grey Argentina que cuenta con spots de TV y radio, piezas de vía pública y contenido en redes sociales.
El circuito de la retornabilidad Los envases retornables que Coca-Cola ingresa al mercado están diseñados y fabricados para que puedan ser reutilizados. Además, el proceso de llenado incluye múltiples etapas de inspección automática, limpieza mecánica y un proceso de lavado y sanitización que asegura la integridad física y sanitaria de los envases. De esta manera, los envases son reinsertados en el circuito en las mejores condiciones para transitar el ciclo nuevamente. El circuito de los envases retornables es, además, un avance hacia una economía circular donde el descarte de una etapa retorna convertido en insumo al inicio del ciclo, cerrando un círculo que minimiza la generación de desechos. Al culminar su vida útil, los envases retornables son descartados en la planta productora y destinados a reciclado. Así, optimizando por diseño la cantidad de material por envase, reutilizándolos y reciclándolos al final de su vida útil, se contribuye a disminuir la cantidad de desechos en el camino hacia “Un Mundo Sin Residuos”. |