La empresa visitó cinco escuelas rurales de la provincia de Neuquén donde donó desde bibliotecas hasta filtros para agua potable para ayudar a alumnos y docentes.
Durante la 9ª edición de la Caravana Solidaria de Bridgestone, la compañía visitó cinco escuelas en comunidades mapuches de la provincia de Neuquén. En esta nueva entrega, la empresa brindó ayuda a cientos de chicos que recorren hasta 60 km para llegar a las instituciones educativas y recogió historias de los profesores que afrontan diariamente el desafío de enseñar en plena cordillera en donde hacen a su vez de directores y padres.
La Caravana en números Desde su inicio en 2010, la iniciativa lleva:
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“El aporte de Bridgestone, de la mano de un grupo de voluntarios de la compañía, proveedores, clientes y también el apoyo de la red de centros de servicios, consistió en el acercamiento a las escuelas y la donación de 12 toneladas de donaciones entre juguetes, ropa y comida. Además, pintamos pizarrones, construimos bibliotecas y acercamos filtros necesarios para la instalación de agua potable”, compartió Rodrigo Escudero, Gerente de Marketing y Comunicaciones de Bridgestone Argentina.
Como una de las iniciativas que se enmarcan en el compromiso global de responsabilidad social de la empresa, la Caravana recorrió más de 3.000 kilómetros equipada con sus neumáticos Dueler A/T REVO2. Bajo el nombre "Nuestra Manera de Servir", la estrategia global es la guía corporativa para priorizar esfuerzos y enfocarlos en las actividades.
“Con el apoyo de organizaciones y empresas como Bridgestone, podemos apostar a mejorar las condiciones de formación y educación de los niños de la comunidad. Nosotros trabajamos todos los días por un objetivo en común que es poder darle lo mejor a los chicos y somos maestros, directores, vice-directores y secretarios de escuelas rurales y de frontera; todo al mismo tiempo”, destacó Adrián Reinozo, Director de la Escuela 222 de la comunidad de Chiuquilihuin.
La comunidad se compone por cincuenta familias y cuenta con una escuela primaria a la que se accede a través de un recorrido de 60 kilómetros. A partir de excursiones en colectivo de línea a sitios como Puerto Madryn, organizadas por los profesores, los chicos han tenido la oportunidad de conocer nuevas costumbres y profesiones, y ahora aspiran a ser contadores o infantes de marina. Es así que los docentes velan por el deseo de los niños de estudiar y proyectar un futuro distinto que se materializa con la posibilidad de formarse en la secundaria rural a la que sus padres no tuvieron acceso.
En el paraje de Aucapán se encuentra otro de los colegios rurales visitadas por Bridgestone. La comunidad cuenta con más de 400 pobladores y un total de cuatro escuelas primarias. Uno de los grandes desafíos que deben afrontar es la crudeza del invierno y las grandes nevadas, por lo que las clases se dictan de septiembre a mayo, únicamente.