“El 2030 está atemorizantemente cerca”


En esta entrevista, Mark Lee, Director Ejecutivo de SustainAbility, vuelca la urgencia global para lograr encaminarnos al desarrollo sostenible. En esta cruzada, el papel de los líderes corporativos se revela crucial.

Viendo el movimiento y dinamismo que hace falta para lograr la sustentabilidad global, pareciera que el tamaño importa. En entrevista con Tres Mandamietos durante la reciente edición de Sustainable Brands Buenos Aires, el flamante Director Ejecutivo de SustainAbility, Mark Lee, reflexiona al repecto. Con más de 20 años de experiencia en la temática, mediante su amplio trabajo colaborativo ha intentando echar luz sobre quiénes son los líderes de la sustentabilidad global, qué los convierte en líderes y qué se puede aprender de ellos.

Sin lugar a dudas pareciera que los impulsores de esta agenda en el espectro corporativo deben ser las multinacionales, dada su capacidad y poder de influencia. En el otro extremo, los negocios pequeños y más locales parecen tener un control mayor de toda su cadena y la posibilidad de una intervención directa. Y existen casos como los de Unilever en que una consigna global es puesta en práctica por cada unidad de negocio -del tamaño aproximado de una PYME-. Para aquellas que no son lo uno ni lo otro, el camino se vuelve más engorroso. "Hoy en día es mejor ser grande o pequeño, no es una situación ideal estar en el medio", disparó Lee.

Así, quedan un poco a la deriva en el mundo de hoy, con sus 7.000 millones de habitantes, sus desafíos sociales y problemáticas ambientales. Un panorama que es complejo, por decir lo menos. En estos tiempos confusos y disruptivos, lo más importante que necesitamos es el liderazgo. Pero en una actualidad regida por la vertiginosidad, las instituciones que históricamente guiaron a las sociedades parecen no poder seguirle el paso a cada una de las cuestiones que urgen por atender, empresas incluidas.

Esto ha llevado que, en líneas generales, la confianza en ellas se pierda. Para progresar en el desarrollo sostenible, estos actores tienen que ponerse a pensar en rediseñarlo todo: desde sus estructuras hasta las maneras de vincularse y hacer negocios. Con esto en mente, el experto examinó el rol de las corporaciones. En ella volcó los aprendizajes que surgieron de los exhaustivos análisis anuales del icónico Leaders Survey que realizan desde 1997 junto a GlobeScan y de su reciente libro All In: The Future of Business Leadership coescrito con Chris Coulter, CEO de GlobeScan, y David Grayson, Profesor de Responsabilidad Corporativa en la Cranfield School of Management.

2030, una meta clara
"El libro es una meditación de los viajes de estas personas que han definido el liderazgo a lo largo de dos décadas, pero no lo escribimos para ellos. Lo escribimos para tratar de agarrar lo mejor de sus aprendizajes para ayudar a diseminarlos lo más lejos posible. Quisimos usar los aprendizajes de los 20 años del Leaders Survey como la base para explorar tanto qué lecciones de liderazgo existían para empezar a construir sobre ellas y para pensar qué tiene que pasar de ahora al 2030", reflexionó Lee.

La fecha no es al azar. El entrevistado apuntó que mirando al 2030 como un marcador en el camino, vivimos un momento de verdadera oportunidad: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París se presentan como faros que marcan una hoja de ruta más clara hacia el progreso societal en el desarrollo sustentable. Pero lo que en principio parece un plazo lejano, pronto se revela urgente.

"El 2030 está atemorizantemente cerca y sentimos que si no hacíamos algo para capturar y divulgar más ampliamente las lecciones de los pocos líderes de sustentabilidad que hemos podido identificar hasta ahora, no se va a sumar la gente suficiente para lograr esto", exhortó el director ejecutivo.

Y en lo que hace al espectro corporativo, pese al poder que tiene para ayudar al cambio que se necesita, no está metido de lleno. El ejecutivo compara que mientras existen unas 85.000 multinacionales, el Pacto Global solo tiene unos 3.000 miembros y debe haber unas 10.000 empresas que entienden y verdaderamente abrazan esta agenda.

"Al final del día, o elevamos a todos los barcos y traemos a todas las sociedades a esto, o fallamos colectivamente", disparó el analista.

Esto lleva a tener que empujar desde cada lado, ya que sin importar su tamaño o buen desempeño, una compañía es solo tan buena como la cadena de valor que compone. Cadenas que hoy son globales y están más interconectadas que nunca. "Al final del día, o elevamos a todos los barcos y traemos a todas las sociedades a esto, o fallamos colectivamente", disparó el analista.

Entonces, ¿de dónde vienen estas lecciones que creen que pueden contagiar y sumar más voluntades? Nada menos que de las 51 compañías que se encontraron en el cohorte Top del Leaders Survey al menos un año. Dispuestos a exprimir el jugo de ellas, lograron entrevistas con la mayoría de los responsables de que estas empresas marcaran el paso para el resto del globo. "No podíamos tener un mejor grupo para aprender de los desafíos de liderazgo pasados y presentes", opinó el experto.

"No podíamos tener un mejor grupo para aprender de los desafíos de liderazgo pasados y presentes", opinó el experto.

La evolución de los líderes
Este exhaustivo trabajo de análisis los llevó a determinar, en primer lugar, que lo que significa ser líder evoluciona. En este sentido, detectaron una primera era denominada de Reducción de daños (1997-2005), seguida por la Era de Integración Estratégica (2006-2015) hasta la de Impulsados por el Propósito (2016-actualidad). "En la actualidad es sobre la integración de valores. No se trata de tener un plan o una ruta de guía, tenés que demostrar que realmente vivís estas cosas. Y el propósito es la forma en que se captura y expresa eso", comentó Lee.

¿Esto significa que la evolución llegó hasta acá? Claro que no. "En términos de adónde sigue todo a partir de acá, hay mucho que explorar. No hemos descubierto lo que el liderazgo significa y sin dudas quedan eras de liderazgo por venir. Mientras que el libro hace un flashback a tres eras pasadas, creemos que no estamos muy lejos del inicio de una Era Regenerativa", adelantó el entrevistado.

"Creemos que no estamos muy lejos del inicio de una Era Regenerativa", adelantó el entrevistado.

Así, cree que esta nueva Era puede emerger en los 2020. En ella, esperan que los modelos de economía circular se diseminen más rápidamente, siendo críticos para alcanzar los ODS y las metas futuras.

En consecuencia, piensa que los mejores modelos de economía circular, como el de IKEA, saltarán más alto en el ranking. Claro que algunas de las actuales líderes mantendrán sus spots, como Interface, la titán de las alfombras que se ha reinventado en cada una de las eras y es la única que ha entrado en todas las ediciones del listado desde 1997.

"Pero es la excepción, no la regla. No me sorprendería si la mitad de ese cohorte de líderes descendiera mientras un nuevo conjunto de empresas las salta por encima. Creemos que la brecha entre las empresas líderes y el resto se extiende hasta que se establece un nuevo tipo de liderazgo", compartió Lee.

"Creemos que la brecha entre las empresas líderes y el resto se extiende hasta que se establece un nuevo tipo de liderazgo", compartió el vocero.

Las cinco claves del liderazgo
Más allá de las distintas etapas y perfiles corporativos que se validen en un tiempo por encima del otro, tras el análisis observaron ciertos rasgos en común. Esto los llevó a presentar el Marco de Liderazgo All In, en el que destilan el futuro del liderazgo empresarial en cinco atributos clave: Propósito, Plan, Cultura, Colaboración y Defensa.

Se trata de una forma de actuar conjunta en la que no vale una ejecución selectiva. Así y todo, dentro de estos atributos, el de Defensa es el menos maduro. Y es que se diferencia de su precursor, el Lobby, en algo fundamental: el Lobby tiene el interés de influenciar en las regulaciones para un beneficio directo y para la protección de la situación actual y la cartera existente de la empresa.

Por el contrario, el atributo de Defensa busca influenciar para que las regulaciones y reglas se diseñan en favor de los productos y prácticas más sustentables, en establecer estándares más altos. "No mucha gente está ahí todavía. Es un lugar de mucha consciencia e interés societal. Pero los grandes problemas de la sustentabilidad son todos problemas colaborativos y solo vamos a resolverlos sistémicamente porque son problemas sistémicos", alentó el entrevistado.

"Los grandes problemas de la sustentabilidad son todos problemas colaborativos y solo vamos a resolverlos sistémicamente porque son problemas sistémicos", alentó el entrevistado.

La buena noticia es que parece haber terreno fértil para que más compañías se empapen de este modelo. Lee ilustró que estamos saliendo de lo que ha sido una larga meseta a nivel global. Tras la crisis económica que sacudió en 2008, la mayoría de las corporaciones se hicieron a un lado durante la mayor parte de la década que siguió. Ante la preocupación y la incertidumbre, las únicas inversiones que se hacían eran las verdaderamente cuantificables como las de Residuos cero o de disminución de la huella de carbono.

"Ahora el momento vuelve a ampliarse con aspectos sociales y económicos de la agenda que se ponen de nuevo en la mesa junto a los cuantificables ambientales. La gente está abrazando una mayor complejidad y viendo los elementos interconectados", subrayó el analista.

El caso de la sustentabilidad
Claro que la situación no es tan idónea en algunos entornos locales, como en el caso de Argentina. "No podemos pretender que el interés económico personal inmediato de la gente no vaya a triunfar muchas veces. Hasta que no podamos hacer un caso de que la economía sustentable es más resiliente, las personas van a quedarse en la comodidad de lo que conocen", determinó el investigador.

"No podemos pretender que el interés económico personal inmediato de la gente no vaya a triunfar muchas veces", alertó el experto.

¿Pero cómo lograr esto? El director ejecutivo apunta que alcanzaría con la apuesta en serio de un actor local grande. California es uno de estos modelos paradigmáticos que resuena más allá de Estados Unidos. Con su reciente legislación de tener el 100% de su energía carbono neutral al 2045, dio un paso más en un abordaje integral que rinde frutos.

Y a la par de diseñar e implementar su agresivo plan de cuidado de recursos como el agua, ha superado al resto de la nación: el estado representa literalmente más de la mitad del crecimiento estadounidense de la última década y es en sí mismo la 6ª economía más grande del mundo.

En términos generales, de no cumplir la meta de mantener la temperatura por debajo de los 2°C, las sociedades se hundirían en una depresión que las naciones tendrían que financiar en un loop sin fin. Por otro lado, alcanzar los ODS implicaría ganancias por USD 12 billones. "¿De qué lado querés estar? Mientras mayor sea la verdadera evidencia económica de que este camino es el mejor y el más rentable, más rápidamente vamos a poder atraer a los no creyentes", expresó Lee.

"Mientras mayor sea la verdadera evidencia económica de que este camino es el mejor y el más rentable, más rápidamente vamos a poder atraer a los no creyentes", expresó el analista.

Por supuesto que es un camino lleno de barreras. Para el investigador, uno de los mayores desafíos es la disrupción entre gobiernos y gobernanza. Aunque Trump que se lleve todos los titulares en este apartado, igualmente de compleja es la situación de las empresas europeas con el Brexit y la de las compañías argentinas que atraviesan otro ciclo de crisis.

"Son entornos increíblemente difíciles para que las empresas puedan hacer planes significativos a largo plazo. Este momento de populismo y xenofobia que va de la mano requiere de un esfuerzo global. Los desafíos de sustentabilidad no entran en las fronteras de nadie. Tenemos que tener un sistema de comercio abierto global para abordarlos", insistió el experto.

Más allá de las dificultades, cada día surgen nuevos líderes comprometidos, las redes internacionales se vuelven más fuertes con cada miembro que se suma, el pensamiento netamente comercial desaparece con cada patente intelectual que se vuelve pública en beneficio de una solución ambiental o social. "Estoy convencido de que ahora es la primera y la mejor oportunidad que tenemos para triunfar", sintetizó Lee.

"Estoy convencido de que ahora es la primera y la mejor oportunidad que tenemos para triunfar", sintetizó Lee.

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