Acelerar la descarbonización para cumplir con el Acuerdo de París


En su reciente informe, IRENA apunta que la energía renovable debe escalarse a un paso al menos seis veces más rápido para que el mundo cumpla con los objetivos de descarbonización y mitigación del cambio climático.

Es técnicamente posible cumplir con el Acuerdo de París y la meta de mantener la temperatura por debajo de los 2ºC. Además, esto puede suceder mediante tecnologías seguras, confiables, asequibles y ampliamente disponibles.

Sin embargo, la grilla global debe sufrir una transformación profunda y de una manera mucho más acelerada que la que viene teniendo, reemplazando el sistema actual que se basa en gran medida en combustibles fósiles. Así lo revela el reciente informe Global Energy Transformation: A Roadmap to 2050 de la International Renewable Energy Agency (IRENA – Agencia Internacional de Energías Renovables).

"El sistema de energía requiere un cambio rápido, inmediato y sostenido. El despliegue de las energías renovables debe aumentar al menos seis veces en comparación con los niveles establecidos en los planes actuales. La participación de la electricidad en el uso total de energía debe duplicarse, con una electrificación sustancial del transporte y el calor. Las energías renovables representarían dos tercios del consumo de energía y el 85% de la generación de energía. Junto con la eficiencia energética, esto podría brindar más del 90% de la mitigación climática necesaria para mantener un límite de 2 ° C".

En concreto, la participación total de las fuentes limpias debe subir del 18% que representaba en 2015 a alrededor de dos tercios para 2050. Durante el mismo período, su proporción en el sector energético debería pasar de ser una cuarta parte a un 85%, principalmente a través del crecimiento en la generación de energía solar y eólica.

Y aunque el sector energético ya ha visto una descarbonización significativa, ese progreso debe acelerarse. Es así que la energía renovable debe escalar a un ritmo de al menos seis veces más rápido para que el mundo cumpla con los objetivos de descarbonización y mitigación climática.

Esto implica por ejemplo, que la proporción consumida en los sectores de uso final como edificios, calefacción y transporte debería duplicarse, para dejar atrás el 20% del 2015 para llegar a un 40% en 2050. También debe expandirse significativamente como una fuente para usos directos, incluidos los combustibles de transporte y el calor directo.

Pero lo que parece solo como un desafío, en realidad presenta grandes beneficios. "Afortunadamente, éste es también el camino de la oportunidad. Permitiría un crecimiento más rápido, crearía más empleos, crearía ciudades más limpias y mejoraría el bienestar general".

En términos económicos, la reducción de los costos de la salud humana y del medio ambiente generaría ahorros anuales para 2050 hasta cinco veces el costo anual adicional de la transición. La economía mundial en 2050 sería más grande, con casi 40 millones de empleos directamente relacionados con las energías renovables y la eficiencia. La acción oportuna también evitaría varar más de USD 11 billones en activos de infraestructura energética que están vinculados a las tecnologías energéticas contaminantes actuales. También impulsaría el PIB mundial en un 1% en 2050 y mejoraría significativamente el bienestar general.

Sin embargo, la transformación prevista no puede suceder por sí misma. Para ello, el informe de IRENA identifica seis áreas de enfoque donde los políticos y los responsables de la toma de decisiones deben actuar: Aprovechar las fuertes sinergias entre la eficiencia energética y la energía renovable; Planificar un sector de energía para el cual las energías renovables proporcionan una gran parte de la energía; Incrementar el uso de electricidad en el transporte, la construcción y la industria; Fomentar la innovación en todo el sistema; Alinear las estructuras socioeconómicas y la inversión con la transición; y Asegurar que los costos y beneficios de transición se distribuyan equitativamente.

"Junto con el análisis de las opciones, este informe examina la huella socioeconómica del cambio a las energías renovables, proporcionando información sobre cómo optimizar el resultado. Las políticas para promover una transición justa y equitativa pueden maximizar los beneficios para diferentes países, regiones y comunidades. La transformación del sistema energético mundial permitiría un acceso a la energía asequible y universal, aumentaría la seguridad energética y diversificaría el suministro de energía".

Leé el informe completo

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