Banco Galicia y Fundación Williams dieron a conocer los ganadores del Fondo para la Conservación Ambiental


En esta octava edición, el fin es contribuir a la conservación de mamíferos. De 105 postulantes, cinco proyectos recibirán $150.000 cada uno.

En la octava edición del Fondo para la Conservación Ambiental, Banco Galicia junto con Fundación Williams anunciaron los cinco proyectos ganadores y las cinco menciones especiales de este 2017. Como cada año, el objetivo es el de financiar y divulgar proyectos de investigación aplicada que tengan como objetivo principal la conservación del ambiente, que contribuyan al conocimiento científico y que aporten a la sustentabilidad global.

Para este año, la temática elegida fue “Biodiversidad y Conservación de Mamíferos”, uno de los grupos de especies silvestres más amenazados a nivel mundial. De hecho, entre los principales problemas que enfrentan, se destacan la pérdida y la alteración de sus hábitats, la interacción con especies exóticas invasoras y la caza furtiva.

Bajo esta consigna, 105 trabajos de diferentes regiones del país se postularon en la competencia y pasaron por un jurado de expertos en el tema que eligió a los emprendimientos destacados que se llevarán $150.000 cada uno.

En total, a lo largo de las ocho convocatorias, se han presentado 931 proyectos, de los cuales 44 recibieron el apoyo del Fondo.

Para esta edición, el jurado estuvo integrado por Alejandro Travaini (Lic. en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y Dr. en Ciencias, especialidad Biología Ambiental, Universidad Autónoma de Madrid), Javier Pereira (Lic. en Biología, FCEyN, UBA y Dr. en Biología, FCEyN, UBA.), Mauricio Failla (Lic. en Biología de la Universidad Nacional de Córdoba), Sebastián Di Martino (Lic. en Biología, Universidad Nacional de La Plata. Máster en Espacios Naturales Protegidos, Universidades Autónoma de Madrid, Complutense de Madrid y Universidad de Alcalá, España) y Hernán Pastore (Lic. en Ciencias Biológicas. Centro Regional Universitario Bariloche, Universidad Nacional del Comahue).

Los ganadores del 2017
“Usando nuevas tecnologías para evaluar el estado poblacional del primate más amenazado de Argentina: el mono aullador rojo (Alouatta guariba clamitans)”, Ilaria Agostini de la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA)

“Evaluación poblacional del tatú carreta (Priodontes maximus) en la Región del Chaco: establecimiento del primer estudio de largo plazo en Argentina” de Yamil Edgardo Di Blanco de la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA)

“Conservación del amenazado gato andino y otros carnívoros patagónicos mediante la mitigación del conflicto con la ganadería de subsistencia”, María José Bolgeri de Wildlife Conservation Society.

“Corredores para el Huillín Lontra Provocax en la Cuenca del Río Limay”, de Laura Fasola del CONICET – CCT Patagonia Norte.

“Los grandes herbívoros del parque nacional Patagonia y meseta del lago Buenos Aires como herramientas de conservación y manejo”. Andrés Rey de Aves Argentinas.

Las menciones especiales
“Diseño e implementación de un plan de monitoreo de Taruca en los parques nacionales de Argentina: construyendo las bases de un Plan Nacional de Conservación”, Cecilia Li Puma de la Fundación Félix de Azara

“Las enfermedades de piel como indicadoras de estado sanitario en la Ballena Franca Austral (Eubalaena australis) de Península Valdéz”, Carla Daniela Fiorito del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos – CESIMAR – CENPAT – CONICET.

“¿Cuál es el estado poblacional y reproductivo de la Ballena Franca Austral en Península Valdés?”. Mariano Sironi, Instituto de Conservación de Ballenas Asociación Civil

“Conservación de murciélagos en agroecosistemas pampeanos: su importancia para el logro de sistemas agrícolas sustentables”. María Ayelen Lutz, Laboratorio BioGeA (Biodiversidad y Genética Ambiental) de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).

“Vicuñas y guanacos amenazados por epidemia de sarna en el Parque Nacional San Guillermo”. Hebe del Valle Ferreyra, Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas – Universidad Nacional de Villa María – Córdoba.

Deja un comentario
Artículo Anterior

¿Qué queda después de la COP 23?

Artículo Posterior

La industria del plástico muestra la otra cara de la prohibición de bolsas

Total
0
Share