Cif lanzó “Agua para crecer”



De la mano de Fundación Avina, Fundación Gran Chaco y Xylem, apuntan al desarrollo de diez comunidades originarias de Formosa, con el agua como eje conductor.

Entre los temas ambientales claves con impacto social, el acceso al agua es fundamental a nivel mundial. En Argentina la problemática también llama a la acción, con más del 13% de la población privada de un acceso permanente, cercano y seguro a este recurso. Para ayudar a aliviar la situación extrema en el norte, a través de su marca Cif, Unilever presentó "Agua para crecer".

En alianza con Fundación Avina, Fundación Gran Chaco y Xylem, la iniciativa se centra en promover el desarrollo de las comunidades originarias del Gran Chaco Americano en Formosa. "El proyecto se enmarca dentro de la plataforma de sustentabilidad de Cif que se viene trabajando globalmente. Esta acción en Argentina puntualmente corresponde a esta estrategia de incluir el aspecto sustentable dentro del negocio de forma cotidiana", comentó Nidia Boggio, Directora de Marketing Global de Unilever.

Así, en el pueblo Toba de El Churcal se construirá un pozo de agua y un centro comunitario equipado para el procesamiento de la lana de oveja. Los ingresos económicos de la zona dependen en gran parte de la fabricación de artesanías, tarea que realizan las mujeres y para la que requieren de agua para lavar y teñir las materias primas.

"Había una oportunidad de empoderarlas aún más y de facilitarles su tarea, con el rol fundamental que el producto ya tiene que es lavar la lana. Hoy el lavavajillas ya está dentro de la naturaleza de lo que ellas realizan como actividad", explicó Boggio.

El agua como eje de la vida
De esta forma, el agua impacta no solo en su vida cotidiana, sino en el desarrollo de su trabajo, su sustento y medio de vida con los tejidos como principal actividad comercial. "El agua es el hilo conductor: lo que hace es habilitar un montón de aspectos básicos. En este proyecto desde el agua que es habilitador de todo el crecimiento de estas comunidades, vamos incorporando distintos ángulos", expresó la directora de marketing.

Con esta idea en mente, el proyecto se completa con la instalación de huertas, almacenes y actividades educativas y de concientización. Además, estas capacidades serán replicadas en diez comunidades Qom, Wichis y Pilagá, que beneficiarán a 1.300 mujeres y sus familias, un mínimo de 6.500 personas.

En este sentido, las huertas se asocian a la idea de mejorar la calidad nutricional mediante el consumo de alimentos frescos y sanos. Hasta ahora, estos productos solo los pueden obtener una vez al mes en la ciudad de Juárez, a 80 kilómetros de su comunidad. Con los almacenes comunitarios, todo lo producido en podrá ser comercializado, contribuyendo aún más a aumentar los ingresos de las artesanas.

En el aspecto de instrucción de la iniciativa, Cif se propone ayudar a las mujeres en la gestión de todos estos nuevos elementos a través de la educación y el acompañamiento. Esto significa un gran avance en resolver cuestiones de higiene y salud, en especial enfermedades prevenibles que afectan a los más chicos.

En estas comunidades matrilocales, gran parte de la vida gira en torno de la figura femenina. "Estas mujeres tienen un rol fundamental en el desarrollo de las familias y las comunidades", resaltó Nidia Boggio. Organizadas y articuladas en forma de red, se comunican entre ellas para preservar su cultura y organizarse hacia afuera para comercializar sus productos y crecer.

Con este nivel de importancia, su participación en el proyecto es absoluta. "Todos los que nos sumamos en este proyecto buscamos colaborar con la comunidad. Nosotros proponemos y son ellos los que toman las decisiones, están absolutamente involucrados. En todo este proceso, las mujeres siempre están involucradas y siempre son quienes deciden", apuntó la representante de la marca.

Pero Unilever no se olvida de la otra mitad. Los hombres de las localidades, históricamente agricultores, fueron perdiendo su rol productivo. Y es que con el asentamiento de estos pueblos originariamente nómades, la actividad en el monte se fue limitando por distintos contextos. "En una segunda etapa, 'Agua para crecer' va a habilitar de vuelta la producción en escala de la agricultura, la ganadería y la horticultura en el monte, y los hombres van a volver a reinsertarse en la productividad del monte", adelantó Boggio.

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