El déficit de confianza alcanza nuevas bajas


Esa es la conclusión de la 15° edición del Edelman Trust Barometer. En nuestro país, la percepción del sector público es de las más bajas del mundo con un escaso 21%. Las empresas también perdieron confianza, al igual que las ONG, las mejor percibidas.

Factores de todo tipo moldean los vínculos personales e institucionales. Como consecuencia de ello, los medios, gobiernos, ONG y empresas de todo el mundo han ido cambiando su relación con las personas y en este proceso, la percepción que se tiene de ellas ha pasado por altos y bajos. Durante quince años, el Edelman Trust Barometer ha examinado las opiniones sobre estas organizaciones y en su edición 2015 reveló una erosión de esta confianza en todas ellas.

“Ha habido una alarmante disminución de la confianza en torno a todas las instituciones impulsada por los impredecibles y alarmantes eventos del 2014. La propagación del Ébola en África Occidental; la desaparición del vuelo 370 de Malaysian Airlines, más los dos desastres aéreos que le siguieron; los arrestos de los altos mandos oficiales del gobierno chino; la tasa de cambio manipulada por seis bancos globales; y la gran cantidad de violaciones de datos, siendo la más reciente la de Sony Pictures por un estado soberano, han sacudido la confianza”, explicó Richard Edelman, Presidente y CEO de Edelman.

La última edición del informe señala que solo seis de los 27 países analizados obtuvieron niveles superiores al 60%: Emiratos Árabes (84%), India (79%), Indonesia (78%), China (75%), Singapur (65%) y Holanda (64%). Fuera de ellos, muchas naciones pasaron de “confiables” a la etiqueta de “neutrales”, y otras tantas pasaron de ésta a la de “desconfiables”. Entre estas últimas, se contó el caso de Argentina, que cayó de un 53% a un 45%. Estos números representan la percepción del público informado en la materia. En cuanto a la opinión de la población general, el déficit registrado fue todavía mayor, en un promedio de diez puntos menos, con casi los dos tercios de los países colocados en la última categoría.

El caso de Argentina
Si bien las ONG continúan siendo las instituciones mejor vistas, cayeron del 66% en 2014 al 63% de aprobación. A ellas la siguieron las empresas (con una baja del 59% al 57%) y los medios (de 53% a 51%). Aunque el gobierno ocupó el último lugar y sigue siendo foco de desconfianza para 19 de los 27 países, es la única figura que ha experimentado un pequeño repunte (45% a 48%).

Al igual que en la tendencia global, en nuestro país, las ONG lideran la lista pese a un ligero retroceso en comparación al año pasado, pasando de 76% a 71%. En el caso de las empresas, el golpe sufrido fue mucho mayor, pasando de 58% a 46%, y lo mismo sucede con los medios que del 54% en el 2014 hoy se encuentran en el 40%. El papel del gobierno nacional sigue en baja (23% a 21%), y este nuevo fondo que ha tocado lo coloca como uno de los peor percibidos a nivel mundial, superando solo el 16% de Sudáfrica.

Las empresas, menos confiables
Por primera vez desde el fin de la gran recesión de 2008, la confianza en las empresas ha flaqueado, decayendo en 16 de los 27 países, y se vuelve necesario para las empresas recuperarla. En cuanto a la industria, todas habían mostrado un patrón de recuperación en la confianza que sufrió nuevas bajas en los últimos 12-18 meses. La mayoría de los rubros declinaron, mientras que otras como comidas y bebidas (67%), las farmacéuticas (61%) y productos químicos (53%) se mantuvieron en sus niveles en comparación a 2014. La única que vio un repunte en su imagen fue la de entretenimiento con el paso de 66% a 67%.

De esta manera, aunque el rubro de la tecnología se mantiene como la industria mejor estimada en un 78%, ha sufrido violaciones de la privacidad que han afectado tanto a los productos como al sector en general. En el 74% de los países bajó la opinión sobre los bienes electrónicos, en el 67% sobre las telecomunicaciones y en el 70% en la tecnología en general. En el otro extremo de la escala, los bancos (53%) y los medios (51%) son los menos confiables.

La industrias tecnológica sigue siendo la mejor percibida, mientras que bancos y medios resultan los menos confiables.

En base a este análisis, desde Edelman consideran que las empresas deben replantearse su modo de operar. Para ello, detectaron 16 claves basadas en la integridad, el compromiso, los productos y servicios ofrecidos, el propósito y las operaciones. “Solo se puede alcanzar innovación confiable cuando los negocios adoptan un nuevo marco de trabajo enraizado en compartir la información y fomentar la colaboración. Mientras que desarrollan innovaciones, las empresas deben invitar a conversaciones abiertas y escuchar continuamente a los grupos de interés”, apuntó Ben Boyd, Presidente de Prácticas, Sectores y Ofertas de Edelman.

La innovación en la mira
A la hora de examinar el mundo corporativo, por primera vez, el barómetro centró su mirada en la relación confianza e innovación y encontró que este factor no es necesariamente un aliado en el mercado actual. Por el contrario, existe una gran preocupación sobre la rapidez con la que se están generando los cambios, representada en el 51% de los encuestados. A esto se suma que la mayoría piensa que los imperativos detrás de esta ley de competitividad es la propia tecnología (70%), la avaricia (54%) y el crecimiento corporativo (66%), mientras que solo algunos creen que se está haciendo para mejorar la vida de las personas (30%) o hacer de este un mundo mejor (24%).

“El ritmo de cambio nunca ha sido más rápido y la innovación se está volviendo un imperativo cada vez más grande para el éxito corporativo. La innovación debería ser un acelerador de la confianza, pero hoy no lo es. Ya no alcanza con solo inventar. Tiene que existir un nuevo pacto entre la compañía y el individuo, en el que las empresas demuestren que las innovaciones son seguras de acuerdo a investigaciones independientes, redundan en beneficios sociales y personales y están comprometidas a la protección de los datos de los usuarios”, expresó Edelman.

En este sentido, más del 55% considera que las empresas no están llevando adelante suficientes pruebas para los nuevos desarrollos. En base a esto, expresan el deseo por una mayor regulación del accionar corporativo, aunque solo la mitad considera que los legisladores son capaces de desarrollar e implementar las regulaciones apropiadas. En este contexto, los rubros por los que mayor control se pide son los financieros (54%), salud (54%) y energía (53%).

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