La onda B marca un récord


Ya son 1.000 las B Corporations en todo el mundo. Y 100 de ellas pertenecen a Sudamérica, con Argentina como uno de los países líderes de la mano de Chile y Brasil. Un movimiento que llegó para quedarse.

La revolución de las empresas B se hizo sentir en todo el mundo, desde su tímido comienzo en 2007 en Estados Unidos. A pocos años de su arranque, a fines de mayo se pudo celebrar un hito: el haber llegado a nada menos que 1.000 B Corps en 35 países. Y si bien más de 700 son oriundas de Estados Unidos donde comenzó el movimiento, el logro también incluyó a Sudamérica, ya que 100 de ellas pertenecen a nuestra región.

A todas ellas se sumarán en breve, otras 160 que están en proceso de certificación. Todas ellas ya asumieron el mismo desafío: perseguir la triple línea de resultados y dejar atrás el arcaico y devastador modelo exclusivamente mercantilista. “Lo que busca promover este movimiento es a través del mercado, de la fuerza de las empresas y de todo lo que tiene que ver con la economía, resolver distintos problemas”, comentó Florencia Guenzani, Coordinadora de Sistema B Argentina. Así, estas corporaciones vienen a ser un híbrido entre las ONG y los modelos de empresas tradicionales y tienen como objetivo resolver las problemáticas sociales y ambientales con las que todos convivimos. Eso sí con una certificación que garantiza los altos estándares sociales y ambientales.

América latina da el presente
Con solo dos años en América Latina, la versión local llegó en su momento de la mano de Sistema B y tomó la posta desde Chile, desde donde se buscó inspirar al resto de la región importando la iniciativa americana de B Lab. El camino fue iniciado por las chilenas TriCiclos y Green Libros. Hoy este país sigue liderando la región al concentrar el 50% de las compañías.

A dos años de esos primeros pasos, se llegó en la región a 100 Empresas B, cuando certificó la compañía de servicios de branding sustentable 3 Vectores, oriunda de Uruguay. A ella se sumaron recientemente una compañía de Perú y otra de Bolivia, también pioneras en sus países.

En Argentina, ya hay 23 empresas certificadas que también representan un espectro de lo más variado, lo mismo que sucede en Colombia (13 compañías) y Brasil (17 empresas), donde Sistema B también está muy presente. En Argentina, la mayoría de ellas son pequeños emprendimientos como Mafia, Totebag, Cubreme,Emprendia o Greca, aunque también hay algunas pymes como Inti Zen o Dolium.

Como parte de un movimiento global, el desafío que señalan desde la institución es dar mayor difusión no solo a la iniciativa, sino a los mecanismos para hacerlo posible. En este sentido, la Evaluación B se presenta como una herramienta gratuita y online a la que cualquiera puede acceder para medir el impacto que tiene en su entorno y servirle para gestionarlo.

De todos modos, se trata de un objetivo que va más allá del mundo estrictamente corporativo y necesita del compromiso de la sociedad en su conjunto. “Desde la organización lo que hacemos es promover todo un ecosistema favorable para que estas empresas no estén solas, no sean un actor aislado. Para poder avanzar, funcionar, y generar negocios se necesita un cambio no solo en las empresas sino en las universidades desde lo que se enseña hasta en la política pública para que las compañías puedan incorporar cambios en sus estatutos”, remarcó Guenzani.

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