Leve repunte de la confianza en las instituciones


Así lo revela el Edelman Trust Barometer 2014. En Argentina, las ONGs lideran el grupo más confiable con un nivel de adhesión del 76%, seguido de las empresas con el 58%. La percepción del sector público sigue siendo una de las más bajas del mundo con apenas 23%.

La confianza en el gobierno a nivel mundial cayó a un mínimo histórico desde el 2009. La percepción positiva del público es de sólo el 44, lo que la convierte en la institución menos confiable por tercer año consecutivo.

Con estas cifras, la edición 2014 del Trust Barometer de Edelman revela la brecha más grande registrada en estos últimos años entre el sector público y el privado, de nada menos que 14 puntos. En Argentina, esta brecha se acentúa aún más y alcanza los 35 puntos."Se trata de una profunda evolución en el paisaje de la confianza desde el 2009, cuando los negocios tenían que asociarse con los gobiernos para recuperar la confianza, al día de hoy, cuando son las empresas las que deben liderar el debate para el cambio", señaló Richard Edelman, Presidente y CEO de Edelman, consultora responsaponsable de este estudio anual que alcanzó a 27.000 personas en 27 países.

Una Argentina que remonta en las cuatro puntas
Más allá de que nuestro país representa una de las diferencias más altas, los niveles de percepción en general han aumentado desde el año pasado. En promedio, la confianza depositada en los cuatro sectores analizados (ONG, medios de comunicación, empresas y gobierno) aumentó ocho puntos, alcanzando un 53%.

Más allá del buen posicionamiento del sector privado frente al público, las empresas deben estar atentas ya que el estudio también revela que la diferencia es impulsada por la mala impresión que se tiene de los gobiernos y no tanto por un aumento en la confianza empresarial.


De esta manera, las distintas instituciones emprendieron un 2014 muy diferente al 2013 en el que todas habían sufrido retrocesos. En este nuevo año, las ONG fueron el sector más favorecido. Escalaron diez puntos y se encuentran a la cabeza con un 76%. En el resto del mundo también son vistas con los mismos buenos ojos y se llevan el primer lugar en 20 de los 27 países encuestados.

Caso contrario es el de los medios de comunicación que en el 80% de los casos tienen menos confianza que el año pasado, aunque en Argentina también tuvieron un saldo positivo al pasar del 47% al 54%. De todos modos, este aumento no les alcanzó para desplazar a las empresas que continúan siendo la segunda institución de mayor confianza a nivel nacional con un 58%.

La actuación de los gobiernos, cuestionada
Como ya mencionamos, el sentimiento de desconfianza hacia el gobierno es generalizado y lo coloca como la institución menos confiable a nivel mundial. Si bien la situación es similar en Argentina, el estado tuvo un tímido aumento de cuatro puntos y hoy cuenta con una aprobación del público del 23%. A pesar de esto, el nivel nacional sigue siendo de los cinco más bajos del mundo. Incluso aquellos países que presentaron las caídas más estrepitosas del año mantuvieron niveles más elevados que el nacional: Estados Unidos (de 53 a 37), Francia (de 49 a 32) y Hong Kong (de 63 a 45).

"Típicamente, ha estado a manos del gobierno crear el contexto para el cambio, pero hoy se percibe como incapaz o como no dispuesto a hacerlo", explicó Edelman sobre el pobre concepto que se tiene de las instituciones del estado.

Más allá de la brecha mencionada, las empresas deben estar atentas ya que el estudio también revela que la diferencia es impulsada por la mala impresión que se tiene de los gobiernos y no tanto por un aumento en la confianza empresarial. Esto no quita que el público percibe cambios demostrables en el comportamiento corporativo bajo la forma de mejores productos y un nuevo liderazgo.

"La gente confía en que las empresas innoven, unan y entreguen a través de las fronteras de una manera en que el gobierno no puede hacerlo. Esa confianza viene con la expectativa y la responsabilidad de mantenerla. Por lo tanto, los CEO deben convertirse en los oficiales principales del compromiso, con el fin de educar al público sobre el contexto económico, social, político y ambiental en el que opera sus negocios", remarcó Edelman, en cuanto a la dirección que tienen que seguir los líderes empresariales.

Mayor confianza no equivale a mayor desregulación
A las mayores responsabilidades, el público suma una llamada para una mayor regulación en varias industrias, incluyendo las de servicios financieros (53%), energía (51%) y alimentos y bebidas (48%). En América Latina, el sector que más preocupa es el de servicios financieros (66%). "Los acontecimientos de los últimos doce meses, incluyendo la multa de 13.000 millones de dólares a JP Morgan y la quiebra más grande en América Latina –el fracaso de EBX, la firma de extracción de petróleo en aguas profundas de Eike Batista–, junto con el recuerdo de la recesión del 2008, han renovado las preocupaciones sobre la capacidad empresarial de autorregularse", advirtió Edelman al respecto.

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