Compartir el auto para ir a trabajar se está convirtiendo en una alternativa de transporte sustentable, impulsada por empresas pioneras como Unilever, Mercedes y Telecom. Los beneficios no son solo ambientales: networking y ahorro de costos, entre sus ventajas.
El clásico pool escolar volvió con todo y, esta vez, en versión corporativa. Es que entre la infinidad de iniciativas que las empresas están implementando para reducir sus impactos ambientales y los de sus empleados el carpooling resulta ideal.
Compartir el auto para ir a trabajar no sólo se presenta como una oportunidad de sumar el traslado corporativo a la onda verde, sino que también ofrece beneficios múltiples como ahorro de costos y networking. Estas ventajas no pasaron desapercibidas para empresas como Telecom, Mercedes Benz y Unilever, que ya están implementando de manera progresiva esta práctica, cuyas repercusiones se sienten mucho más allá de la pata ambiental. que suele ser la gran disparadora.
Una misma acción, múltiples consecuencias
“Para Unilever, carpooling es un cambio de hábito, un nuevo paradigma de cooperación para reducir el impacto ambiental, compartir gastos y generar encuentro”, resumió Tarcisio Mulek, Coordinador de Responsabilidad Social Empresaria y Sustentabilidad de Unilever en el Cono Sur.
La empresa tuvo su primera experiencia con los viajes compartidos en 2009, cuando mudó sus oficinas centrales de la Ciudad de Buenos Aires a Vicente López. “Se estableció un sistema de beneficios para incentivar el nuevo hábito: estacionamiento a cargo de la compañía y lavados sin cargo. Esto llevó a que el primer día de trabajo en las nuevas oficinas, a fines de 2009, más de 40 personas vinieran compartiendo auto”, resaltó Mulek. Para organizarlo se gestionó, junto a la empresa Viapool que continúa como socio estratégico, una plataforma virtual, en la que cada empleado suma su información (lugar de trabajo, hogar, recorridos, horarios, si cuenta con auto o participaba como peatón).
El 20% de los empleados de Mercedes Benz y el 5% de los de Unilever ya utilizan esta modalidad de transporte amigable con el medio ambiente. Pero el crecimiento potencial de esta alternativa es enorme, si se considera la gran cantidad de empleados que van al trabajo con auto propio.
Hoy cerca del 5% de los empleados de la empresa comparte el auto, una buena oportunidad para generar lazos que van mucho más allá de lo laboral. Pero esta práctica no es la única, en materia de transporte corporativo sustentable. La compañía también gestiona el uso de charters para más de 200 empleados y remises compartidos, cruzando la información de horarios y destinos, también de la mano de Viapool.
En el caso de Telecom, el carpooling desembarcó en la empresa recién en 2012, en el marco de su programa de conciliación de vida laboral y familiar, denominado Equilibrio en Acción.. “En línea con otras acciones encaradas por la compañía para reducir la huella de carbono, pusimos a disposición de los empleados una plataforma situada en la intranet de la empresa, desde la cual se puede coordinar el sistema de carpooling“, detalló María Virginia Meneghello, Gerente de Cultura del Grupo Telecom.
Pero la reducción de la huella ambiental no fue el único beneficio potencial percibido. En sintonía con Unilever, la compañía también persigue la mejora en la calidad de vida de los empleados (al viajar de un modo más cómodo, barato y seguro) , la reducción de costos y el fomento de las buenas relaciones sociales, todos grandes atractivos de esta práctica, que en este caso se desarrolló in house con el área de Sistemas.
“Las personas interesadas se registran dejando sólo sus datos de contacto laborales. La plataforma permite informar quiénes quieren compartir su auto y quiénes quieren sumarse a algún vehículo y compartir gastos. Una vez registrados los interesados, quedan publicados sus datos con el trayecto a realizar. De esta forma, los empleados pueden ponerse en contacto y son ellos quienes se organizan”, explicó Meneghello, sobre el funcionamiento del programa en su intranet corporativa.
También en el 2012, Mercedes Benz encaraba un proyecto similar: teneslugar.com. La idea surgió durante el Primer Taller de Innovación de la empresa, un espacio dedicado a la búsqueda de soluciones a las problemáticas que atañen a la industria automotriz. “Comenzamos con la etapa piloto en marzo y finalizamos en julio. El objetivo de esta etapa fue probar el concepto y la idea dentro de nuestra sede de Puerto Madero y, de acuerdo a los resultados obtenidos, seguir avanzando con el proyecto”, señaló Verónica Pagniez, Gerente de Business Innovation de Mercedes Benz Argentina.
Una vez finalizada esa primera etapa, en enero del 2013 la compañía contrató una empresa nacional especializada en desarrollos de software, Syntagma, y junto a ellos trabajaron en una plataforma online. El proyecto prosperó y en la actualidad, más del 20% de los miembros de la empresa utiliza el sistema diariamente para ir y volver del trabajo.
Una práctica en expansión
Pero el desafío no termina ahí. Mercedes Benz hace una apuesta mayor y busca introducir el hábito en otras compañías. “En los próximos meses comenzaremos con la comercialización del servicio a otras organizaciones que deseen contar con una forma de movilidad para sus empleados que ayude a su traslado, pero a su vez contribuya con el medio ambiente y la optimización de los recursos de movilidad disponibles”, destacó Pagniez sobre este ambicioso plan.
En el caso de Unilever, el desafío pasa por exportar la experiencia hacia otras filiales. Este año, por ejemplo, la empresa hizo una prueba piloto en Uruguay que generó mucha expectativa. Desde Montevideo, buscaron darle un giro a esta práctica por el Día del Amigo e incentivaron a los empleados con regalos ecoeficientes. Además, con motivo de evaluar los hábitos de transporte de sus empleados y medir su conocimiento sobre carpooling, en julio de 2013, la empresa lanzó una encuesta en todo el Cono Sur.
El 83% de los empleados de Unilever en Cono Sur está dispuesto a compartir sus viajes. Y el mismo porcentaje quiere que la compañía le facilite la tarea.
De los 590 encuestados, un 61% conocía esta práctica, de los cuales nada menos que el 83% estaría dispuesto a compartir sus viajes, el mismo porcentaje que está interesado en que la compañía le facilite esta tarea. Del 39% restante, pese a no conocerla, un 93% se mostró dispuesto a llevarla a la práctica.
En cuanto a los resultados que atañen a Argentina, aunque hoy apenas el 5% comparte el auto, a nada menos que el 87% de los empleados le gustaría hacerlo y el 67% está interesado en que la empresa le facilite la logística. Y en vistas de que aún el 39% se moviliza en auto propio (otro masivo 46% lo hace en charter y apenas el 9% en transporte público), el espacio potencial de crecimiento de la iniciativa resulta de lo más prometedor.