La lucha contra el COVID 19 empieza con acceso universal al agua y al saneamiento


El 2020 marca los diez años desde que la ONU reconoció al recurso hídrico y la higiene como un derecho humano fundamental. En este contexto, la pandemia por el coronavirus demuestra una vez más por qué deben estar disponibles, accesibles y asequibles para todos.

Este año, las diversas acciones que se organizaron por el Día Mundial del Agua se llevaron adelante en medio de un contexto muy particular: la emergencia de salud global causada por el virus COVID-19 que afecta a todos los rincones de nuestro planeta, con cientos de miles infectados y miles de muertes. La pandemia pone de relieve una vez más la importancia del agua para nuestras vidas y para la salud pública y revela cuánto queda todavía por hacer para garantizar plenamente que este recurso y el saneamiento estén disponibles para todos, como un derecho humano fundamental y como una forma crítica de proteger a nuestras comunidades.

En esta línea, se destacó el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020. La nueva edición del World Water Development Report (WWDR 2020) revela que el déficit continuo en la infraestructura mundial del agua aumenta el riesgo de exacerbar la crisis climática. El reporte anual se centra principalmente en cómo miles de millones de personas siguen sin tener acceso a servicios y suministros confiables y seguros, a la vez que advierte que los impactos climáticos amenazan con socavar aún más la seguridad hídrica.

Pero la ONU también reconoció que la necesidad crítica de mejorar sustancialmente el acceso al agua potable para el consumo y la higiene de miles de millones de personas en el mundo se ha visto aún más amenazada por el actual brote mortal de COVID-19. En efecto, la nueva pandemia de coronavirus es ahora la principal prioridad del mundo. El cambio climático tendrá que quedar en segundo plano, por lo menos por ahora.

“Estamos enfrentando una crisis de salud global como ninguna en los 75 años de historia de las Naciones Unidas, una que está extendiendo el sufrimiento humano, infectando la economía global y volcando la vida de las personas “, advirtió António Guterres, Secretario General de la ONU.

Al menos ese fue el mensaje del Secretario General de la ONU, António Guterres, a través de la conferencia de prensa en línea sin precedentes que organizó semanas atrás. “Estamos enfrentando una crisis de salud global como ninguna en los 75 años de historia de las Naciones Unidas, una que está extendiendo el sufrimiento humano, infectando la economía global y volcando la vida de las personas. Una recesión global, quizás de dimensiones récord, es casi una certeza”, advirtió Guterres.

Agua y jabón, garantía de algunos
En este contexto, además de imponer restricciones de viaje y alentar el distanciamiento social, los funcionarios de atención médica han declarado una y otra vez que lavarse las manos es el paso más importante para controlar la propagación del virus. Sin embargo, el acceso a agua limpia y a instalaciones adecuadas para higienizarse aún no es una realidad para miles de millones en todo el mundo.

El WWDR 2020 señala que 4.000 millones de personas viven en áreas que enfrentan escasez de agua, mientras que 2.200 millones actualmente no tienen acceso a agua potable administrada de manera segura, y 4.200 millones -es decir, el 55% de la población mundial- carecen de servicios sanitarios administrados de manera segura. Mientras tanto, los efectos devastadores del cambio climático continúan comprometiendo la capacidad de las comunidades para acceder a agua limpia y segura.

“Lavarse las manos con jabón es una de las cosas más baratas y efectivas que se puede hacer para protegerse y proteger a otros contra el coronavirus, así como muchas otras enfermedades infecciosas. Sin embargo, para miles de millones, incluso este paso más básico está simplemente fuera del alcance”, apuntó Sanjay Wijesekera, Director de Programas de UNICEF.

Los números al 2020

  • 4.000 millones de personas viven en áreas que enfrentan escasez de agua.
  • 2.200 millones actualmente no tienen acceso a agua potable administrada de manera segura.
  • 4.200 millones -es decir, el 55% de la población mundial- carecen de servicios sanitarios administrados de manera segura.
  • El 40% de la humanidad carece de acceso a los requisitos de agua y jabón.
  • Más de un tercio de las escuelas en todo el mundo, y la mitad de los colegios en los países menos desarrollados, no cuentan con lugares para el lavado de manos.

“Lavarse las manos con jabón es una de las cosas más baratas y efectivas que se puede hacer para protegerse y proteger a otros contra el coronavirus, así como muchas otras enfermedades infecciosas. Sin embargo, para miles de millones, incluso este paso más básico está simplemente fuera del alcance”, apuntó Sanjay Wijesekera, Director de Programas de UNICEF. Y es que nada menos que el 40% de la humanidad carece de acceso a los requisitos de agua y jabón, y en la mayoría de los países africanos o en la India, la proporción es aún mayor: hablamos de entre el 50% y el 80% de la población.

En paralelo, más de un tercio de las escuelas en todo el mundo, y la mitad de los colegios en los países menos desarrollados, no cuentan con lugares para el lavado de manos, una realidad que afecta a más de 900 millones de niños en edad escolar. Incluso muchos centros de salud carecen de instalaciones, no solo para la higiene de las manos, sino para la segregación y eliminación segura de los desechos de atención médica. En el caso de los países menos desarrollados, los servicios básicos de agua están ausentes en el 55% de los centros de salud que son utilizados por aproximadamente 900 millones de personas, más que la población de los Estados Unidos y Europa combinados.

En términos generales, el saneamiento deficiente y la falta de agua potable segura se cobra la vida de aproximadamente 4.3 millones de personas por año. Así, desde el 2000, esta pandemia oculta ha matado silenciosamente a más personas que la Segunda Guerra Mundial. Y está en camino de matar a más de 40 millones más en los próximos diez años, momento en el que se supone que cumpliremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Esos 17 objetivos incluyen uno que tiene como objetivo “garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”.

“El COVID 19 es una prueba para las sociedades, gobiernos, comunidades e individuos. Ahora es el momento de la solidaridad y la cooperación para combatir el virus y mitigar los efectos, a menudo involuntarios, de las medidas diseñadas para detener la propagación del virus”, reflexionó Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Esta crisis de salud en curso, ha existido durante generaciones, pero, a diferencia de COVID-19, hace menos ruido en las noticias internacionales. No sería justo decir que no se ha hecho nada al respecto, pero el progreso es lento. De este modo, los expertos señalan que si bien el coronavirus se cobrará más vidas en lo que queda de 2020 a pesar de todos los esfuerzos de los proveedores de atención médica y todas las medidas ya tomadas por los gobiernos de todo el mundo, la cifra seguramente se verá reducida por los cuatro millones personas que probablemente mueran este año por falta de agua potable, saneamiento e higiene.

En este sentido, cada vez más líderes urgen para que la nueva pandemia se tome como una oportunidad para cambiar de una buena vez los paradigmas capitalistas actuales.”El COVID 19 es una prueba para las sociedades, gobiernos, comunidades e individuos. Ahora es el momento de la solidaridad y la cooperación para combatir el virus y mitigar los efectos, a menudo involuntarios, de las medidas diseñadas para detener la propagación del virus. El respeto por los derechos humanos a lo largo del espectro, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales, y los derechos civiles y políticos, será fundamental en el éxito de la respuesta de salud pública”, reflexionó Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Artículo Anterior

General Motors cede su flota para contribuir en la lucha contra el COVID 19 en Argentina

Artículo Posterior

En tiempos de COVID 19, Grupo San Cristóbal readapta su estrategia

Total
0
Share