La COP25: otra oportunidad perdida


En lo que se convirtió la COP más larga de la historia, los delegados llegaron a un tratado para asumir mayores objetivos. Sin embargo, no lograron resolver los principales problemas sobre la mesa, como los asociados al Artículo 6 del Acuerdo de París.

"La comunidad internacional perdió una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y financiamiento para enfrentar la crisis climática", lamentó António Guterres, Secretario General de la ONU, sobre los resultados que dejaron las negociaciones en la 25ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) en Madrid.

A lo largo de dos semanas, el mensaje de los activistas ambientales fue apasionado, en sintonía con las advertencias de la comunidad científica y la de aquellos países que ya sufren los efectos del cambio climático. Sin embargo, lo que se había programado para ser una cumbre de doce días, se prolongó durante dos más y puso en evidencia la gran desconexión entre las naciones más contaminantes del mundo y la comunidad global que demanda un cambio.

La presidencia chilena de la COP25

La capital española acogió la cumbre climática después de que Chile, su ex anfitrión, renunciara como sede para centrar su atención en la movilización y descontento social que lo atraviesan internamente. De todas formas en Madrid, Carolina Schmidt, Ministra del Medio Ambiente, se mantuvo como Presidenta de la COP25.

En respuesta a las críticas que ha recibido el evento, la funcionaria aseguró que de los ocho grandes objetivos se alcanzaron siete, algo que igual es puesto en duda por algunos expertos. “Fue durísimo porque en este proceso solo se pueden tomar decisiones con el consenso unánime de los 197 países que forman parte de la Convención Marco para el Cambio Climático”, explicó Schmidt.

Los cerca de 27.000 delegados habían llegado a la capital española a principios de diciembre con el objetivo de finalizar el texto conocido como "el libro de reglas" del Acuerdo de París, el manual de operaciones necesario para cuando el pacto entre en vigencia en 2020. Pero después de una primera semana de pocos avances, las expectativas ya eran bajas. Las conversaciones se atascaron rápidamente en cuestiones técnicas, como las regulaciones para los mecanismos del mercado de carbono, una temática que se ha eludido durante años.

"Por favor, escuchen: si no saben cómo solucionarlo, dejen de romperlo ", exhortó a los ministros Hilda Flavia Nakabuye, una activista de 22 años de Uganda.

Casi 44 horas después de su final programado, finalmente los delegados aprobaron una declaración que pide a los países que hagan más para luchar contra el cambio climático en el 2020, en la COP26. Pero ese acuerdo no logró resolver los principales problemas sobre la mesa, como los referentes al carbono o la ayuda a los países en desarrollo a pagar los daños climáticos.

"¿Cuánto tiempo seguirán negociando? Han estado negociando durante los últimos 25 años, incluso antes de que yo naciera. ¿Quieren que África muera antes de actuar? Por favor, escuchen: si no saben cómo solucionarlo, dejen de romperlo ", exhortó Hilda Flavia Nakabuye, una activista de 22 años de Uganda que viajaba con Greta Thunberg, a los ministros la última semana de las negociaciones.

Pero uno a uno, los debate centrales llegaron a poco y nada, con las grandes potencias marcando su postura. Se señalaron, por ejemplo, específicamente a Estados Unidos, Brasil y Australia por bloquear el progreso en el Artículo 6 al insistir en un lenguaje inaceptable para la mayoría de los países. Estados Unidos también bloqueó las promesas financieras prometidas de "Pérdidas y daños" al mundo en desarrollo, mientras que Australia buscó que se permitieran los créditos de transferencia y Brasil estuvo presionando por una forma de contabilizar las reducciones de emisiones que muchos consideraron como un doble conteo.

"Lamentablemente los resultados de las negociaciones de la COP25 han dejado mucho que desear. Los países poderosos no están dispuestos a perder sus privilegios momentáneos, ya que los efectos negativos del cambio climático terminarán afectando a todos los elementos de la naturaleza en nuestro planeta, inclusive, obviamente a nosotros, los humanos ", reflexionó Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina, presente en la Conferencia del Clima de Naciones Unidas.

La participación argentina

Tal como sucedió en la COP21 de 2015 en París, que también coincidió con el cambio de mando en Argentina, a la COP25 le tocó reemplazo de la diplomacia nacional en el medio del evento para resolver la crisis climática. Así, horas después de haber asumido, Juan Cabandié, el Ministro de Medio Ambiente designado por el Presidente electo Alberto Fernández, viajó a España para dar su parte.

Durante los tres minutos estipulados que tuvo para hablar, Cabandié aseguró que su gestión tendrá como norte e inspiración la encíclica Laudato si, en la que el papa Francisco reflexiona sobre la relación entre la ecología y el desarrollo social. La labor de la nueva comitiva continuó durante la última semana. "La Argentina estuvo del lado correcto de las negociaciones, buscando elevar la importancia de los derechos humanos, fortalecer la implementación de las Acciones Basadas en Naturaleza para la mitigación y adaptación climática, asegurar el financiamiento para aumentar la ambición y asegurar un marco común de actualización de los NDC. En este contexto animamos a nuestro país a seguir este camino, reforzando desde hoy su trabajo", destacó Jaramillo.

En un encuentro mediático durante la COP, el ministro señaló que la gestión viene de antes y que hay personas muy calificadas que trabajan actualmente y que además van a incorporar un conjunto de académicos. "Tenemos que generar el gabinete de cambio climático que pide la ley, así que pensamos que ahí debe haber un trabajo transversal. Tenemos que entender a los distintos actores sociales, por ejemplo, los jóvenes, que han mostrado en esta cumbre y en otros encuentros que son protagonistas y están a la vanguardia de las peleas", resaltó Cabandié.

"Los países poderosos no están dispuestos a perder sus privilegios momentáneos, ya que los efectos negativos del cambio climático terminarán afectando a todos los elementos de la naturaleza en nuestro planeta, inclusive, obviamente a nosotros, los humanos ", reflexionó Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre Argentina, presente en la Conferencia del Clima de Naciones Unidas.

En lo que respectó a la contabilidad del carbono, se mantuvieron varias lagunas. Así por, ejemplo, las plantaciones de árboles se tomarán como bosques; la quema de pellets de madera, que resulta tan contaminante como la de carbón, se considerará como carbono neutral; y las represas tropicales (que ahora se sabe que producen grandes liberaciones de metano) se contarán como fuentes de carbono cero.

Sin alcanzar un resultado en los mercados de carbono, en las últimas horas de negociaciones, más de 30 gobiernos se unieron a los Principios de San José en un esfuerzo por preservar la integridad de las reglas y evitar tanto las lagunas como la capacidad de doble recuento de créditos.

En paralelo, desde lo formal se rechazaron los llamados a que los objetivos actualizados en la conferencia del próximo año sean "ambiciosos", mientras que el lenguaje del Acuerdo de París que asegura "los derechos humanos, el derecho a la salud, [y] los derechos de los pueblos indígenas" fue eliminado de los documentos oficiales de la COP25.

De este modo, la conferencia terminó sin lograr aumentar las promesas nacionales de reducción de carbono y los expertos advierten que esto probablemente condene al mundo a aumentos catastróficos de la temperatura por encima de los 2°C para 2100 a menos que se implementen avances dramáticos el próximo año en la COP26 que tendrá lugar en Glasgow, Escocia.

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