Australia prohibirá la exportación de residuos reciclables


El primer ministro aseguró que la medida se hará efectiva tan pronto como sea posible. El anuncio se produce en medio de la preocupación por el desempeño del programa de reciclaje nacional y la cantidad de plásticos contaminando la región del Pacífico.

"No habrá exportación de plásticos, papel y vidrio a otros países, donde corren el riesgo de flotar en nuestros océanos", anunció el Primer Ministro australiano, Scott Morrison. De esta forma, busca cambiar el actual sistema de reciclaje nacional en el que solo alrededor del 12% de los materiales se reciclan adecuadamente.

Para revertir la situación, junto a los líderes estatales y territoriales, Australia ha establecido un plan. Los ministros de medio ambiente serán los responsables de desarrollar un cronograma de mejora de forma articulada con la industria. La administración pública también buscará concientizar a la población sobre el tratamiento que le dan a la basura en el hogar.

"Esto no cambiará a menos que digas: 'Llegará un momento en el que no podrás poner estas cosas en un barco y enviárselo a otra persona'. Tenemos que empezar a pensar en lo que haremos cuando eso suceda. Me gustaría que esa fecha sea tan pronto como sea posible", insistió Morrison.

"Esto no cambiará a menos que digas: 'Llegará un momento en el que no podrás poner estas cosas en un barco y enviárselo a otra persona'. Tenemos que empezar a pensar en lo que haremos cuando eso suceda. Me gustaría que esa fecha sea tan pronto como sea posible", insistió Morrison.

Y es que el año pasado, al país le costó USD 2.800 millones exportar casi 4,5 millones de toneladas de residuos. La mayoría se destinó a Vietnam, Indonesia y China. La problemática alcanzó importancia nacional después de que China rechazara las importaciones de reciclaje y después de que el operador de reciclaje SKM avisara a 30 consejos locales que ya no podía recolectar.

Mediante la nueva propuesta, en lugar de ser enviados al extranjero, los desechos podrían convertirse en envases, los plásticos en muebles o durmientes de ferrocarril, y el vidrio en vías de carreteras. El gobierno federal también está explorando el uso de residuos en plantas de energía para alimentar hogares australianos. Pero los beneficios no serán solo ambientales: se proyecta la creación de empleos en una industria de reciclaje local más grande. "Existe el trabajo en la ciencia, pero también está el trabajo en la economía, porque queremos ver esto como una oportunidad", alentó el primer ministro.

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