La startup sueca lanza en Europa dos plásticos: Do White y Do Black. Mientras que la stándard ayuda en el monitoreo de la huella del usuario, la otra se interrumpe en el momento en que las compras superen el límite de carbono del año.
Con el objetivo de contribuir a una banca más ecológica y ayudar a los consumidores a ser más conscientes sobre las consecuencias ambientales de sus gastos y estilo de vida, la startup sueca de tecnología financiera Doconomy lanzó una innovadora serie de servicios y productos financieros atravesados por la veta ambiental.
Entre los instrumentos que vienen en desarrollo, se cuentan dos versiones de una original tarjeta de crédito: Do White y Do Black, que se lanzarán en Suecia a finales de este año y entrarán al mercado europeo en el primer trimestre de 2020. El plástico estándar ayuda a rastrear, medir y comparar la huella de carbono de sus movimientos todos los días. Mientras que la versión Premium -sin beneficios premium- es más radical: no le permitirá comprar nada más después de haber alcanzado su límite anual de carbono.
“Nos dimos cuenta de que poner un límite que bloquea su capacidad para completar la transacción es radical… pero es la forma más clara de ilustrar la gravedad de la situación en la que estamos. Necesitamos abordar cómo nuestro consumo está impactando nuestro planeta ", explicó Johan Pihl, co-Fundador de Doconomy.
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“Nos dimos cuenta de que poner un límite que bloquea su capacidad para completar la transacción es radical… pero es la forma más clara de ilustrar la gravedad de la situación en la que estamos. Necesitamos abordar cómo nuestro consumo está impactando nuestro planeta ", explicó Johan Pihl, co-Fundador de Doconomy.
Con estas herramientas financieras, Docononmy apunta a profundizar en su compromiso con el consumo y el desarrollo sostenible. La startup irrumpió la escena sueca en 2018, con el lanzamiento de Do, un servicio de banca móvil vinculado a una tarjeta de pago, que genera un perfil de impacto climático basado en el consumo.
De esta forma, permite al usuario rastrear, medir y compensar su impacto a través de una serie de proyectos ecológicos certificados de las Naciones Unidas, al tiempo que proporciona información basada en datos para apoyar los cambios de comportamiento y tomar medidas climáticas a través del consumo consciente.
