La entidad financiera realizó la adecuación de su Sistema de Gestión Ambiental (SGA) para la Torre Corporativa. Auditado por Bureau Veritas, el SGA abarca a toda la organización y se gestiona a través de cuatro programas.
Fiel al objetivo corporativo de escalar la gestión de los aspectos ambientales de su actividad y en el marco de su Política Ambiental, Banco Galicia realizó la adecuación de su Sistema de Gestión Ambiental (SGA) para la Torre Corporativa bajo la norma ISO 14001:2015.
Para el banco, esta decisión también contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. Y es que la norma ISO 14001 se trata de un estándar internacional voluntario que establece los requisitos para implementar un SGA eficaz dentro de una organización comprometida con el medio ambiente.
Con este fin es que incorpora diversas novedades. Entre ellas, remarca la comprensión del contexto de la empresa para identificar oportunidades de mejora. En la misma línea, desarrolla una Estructura de Alto Nivel que permite que la gestión ambiental se integre más fácilmente con otros sistemas de gestión de la organización. Y además propone un enfoque basado en el análisis y gestión de riesgos que se constituye en el motor de la mejora continua.
Tras el proceso de adecuación, la entidad financiera sometió su SGA a la auditoría de Bureau Veritas. La misma, destacó el “compromiso y liderazgo de la Dirección y los miembros del equipo de líderes, la participación del personal en distintas actividades en relación con el cuidado del medio ambiente, las actividades de concientización permanente con el personal de todos los niveles y el involucramiento de los proveedores que prestan servicios dentro de las instalaciones de la organización”.
Los cuatro caminos de la eficiencia
El SGA del banco abarca a toda la organización y se gestiona a través de cuatro programas: Programa de Optimización de Recursos; Programa de uso racional de energía, agua y gas natural; Programa de Concientización Ambiental y Programa de Riesgos Ambientales Indirectos.
Bajo el primer paraguas se promueve la mayor eficiencia en el uso de insumos de oficina. Y es así que se realizan todo tipo de iniciativas que van desde el reciclado de papel, la reducción del consumo de papel blanco y la reducción de consumo de vasos descartables, hasta el reciclado de tapitas plásticas y el tratamiento de residuos electrónicos y especiales.
En el segundo eje se abarcan todas las adecuaciones edilicias y modificaciones de procesos para mejorar el uso de los recursos.
Pero no se trata solo de enfocarse en la infraestructura. También se le da una gran importancia al factor humano. Y es en este sentido que el tercer programa apunta a incrementar la conciencia del público interno sobre las acciones para mejorar el desempeño ambiental. En este sentido y fijando la mira puertas afuera de la empresa es que también se generan alianzas estratégicas con organizaciones de la Sociedad Civil, clientes y proveedores promoviendo una mayor conciencia ambiental.
Por último, en el proceso de evaluación y decisión crediticia, el Banco incorpora la evaluación del riesgo ambiental en las operaciones de la cartera comercial. Es así que se analizan aquellas solicitudes de préstamo de largo plazo con destino inversión, por montos desde $12.500.000. Y de considerarse necesario en función de la envergadura y riesgo de la operación, se realizan visitas de seguimiento a los clientes.