The Sustainable Competitiveness Index y el crecimiento alternativo


SolAbility elabora este índice y reporte que rechaza al PBI como instrumento de medición eficiente. En su sexta edición, los países escandinavos lideran con Suecia primera, la gran potencia estadounidense se ubica 29 y Argentina 61.

Vivimos en un mundo paradójico: en los últimos años, el PBI de muchos viene creciendo año a año, mientras que las personas están peor que hace tres décadas. Esa es la premisa de la que parte la sexta edición de The Sustainable Competitiveness Report del think tank y consultora SolAbility.

Desde el estudio apuntan que esta contradicción significa que el PBI es una medición imprecisa de la riqueza financiera total de un país. Por un lado, no refleja ni la riqueza real ni percibida del ciudadano común. Por el otro, se basa en un modelo competitivo que no incorpora las bases del éxito económico de una nación.

Pero no termina ahí. Lo que es peor, se trata de un indicador inadecuado para que los gobiernos usen a la hora de formula o implementar ciertas políticas. Y es que como no refleja la realidad, cualquier acción que se base en su foco no puede mejorar esa realidad.

Es así que SolAbility desarrolló el Global Sustainable Competitiveness Index (GSCI) como una manera alternativa para medir la riqueza real de los estados y expresar el potencial para mantener sus niveles actuales.

¿Cómo lo hace? Su metodología toma 111 indicadores cuantitativamente medibles y comparables y se basa en cinco pilares claves de igual importancia: Disponibilidad de capital natural, Eficiencia de gobernanza nacional; Capital intelectual; Eficiencia de recursos y Cohesión social. El índice además incorpora tendencias de datos acumulada sobre el tiempo que permite una mejor expresión del potencial futuro. Así, revela los riesgos y prospectos de desarrollo de los países.

El abanico de este año
Entonces, ¿cómo le fue al mundo este año? El ranking estuvo ampliamente dominado por naciones europeas. Del Top 20, solo tres estados no pertenecen al viejo continente: Nueva Zelanda en el puesto 13, Corea del Sur en el 16 y Japón en el 20. En esta veintena lideran los europeos del norte, incluidos los países bálticos y Eslovenia.

Si hablamos de la mejor performance, los escandinavos acaparan el Top 5, con Suecia a la cabeza seguido por Noruega, Islandia, Finlandia y Dinamarca. Por su parte, Alemania quedó en el 14° lugar y el Reino Unido en el 22°. En el otro extremo de la escala, se ubica último Irak (180), seguido por Yemen (179), Seychelles (178), Sudán del Sur (177) y Haití (176).

Estos primeros resultados podrían sugerir una correlación apurada entre el puntaje del GSCI y el PBI per capita. Sin embargo, desde el informe advierten que se trata de una observación superficial que se refuta rápidamente con demasiadas excepciones a la regla.

Citan, por ejemplo, el caso de las naciones ricas en petróleo como Arabia Saudita (100) o Kuwait (110) que ranquean significativamente por debajo de su PBI.

Poniendo un ejemplo más paradigmático, la economía más grande del mundo, Estados Unidos se coloca 29. Su puntaje fue particularmente bajo en eficiencia de recursos, pero también en capital social, con lo que se socava el estatus global de la nación americana para el futuro.

De las grandes economías emergentes del BRIC, China se ubicó 31, Brasil le siguió en el 42, Rusia de cerca en el 43 e India lejos en el 121. Por el contrario, algunas de los estados menos desarrollados obtuvieron una puntuación considerablemente más alta que lo que su PBI sugeriría. Esto incluye a Laos (55°), Timor (71°), Burma (60°), Bután (78°) y Suriname (69°).

Todo esto deja en evidencia que la correlación que se da no es entre PBI y competitividad sostenible, sino entre esta última y los niveles de ingreso.
Trayendo el foco a nuestra región, Perú obtuvo la mejor posición (30), seguido de Paraguay (35), Uruguay (39), Brasil (42), Costa Rica (47), Colombia (52) y Bolivia (57). Argentina se colocó octavo en la zona (61), seguido de Chile (65) y México (67).

Desde el informe apuntan que debido a cambios en la metodología, las comparaciones entre el 2016 y el ranking de este año tienen escaso valor. Hecha esa aclaración, repasamos brevemente las diferencias para nuestro país: Argentina pasó del 48 al 61 este año. Su salto también es para atrás en todos los subíndices, a excepción de Gobernanza (un leve repunte del 64 al 62). En Capital natural bajó del 34 al 42, en Capital intelectual del 76 al 81, en Gestión de recursos del 126 al 146 y en Capital social del 64 al 79.

Leé el informe completo

Deja un comentario
Artículo Anterior

La One Planet Summit redobló la apuesta climática

Artículo Posterior

La Fundación Encontrarse en la Diversidad fue premiada por la ONU

Total
0
Share