Diálogo multisectorial para alinear los ODS en agendas públicas y privadas


La Red Argentina del Pacto Global realizó el “1er Diálogo Público Privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible". El trabajo articulado y la confianza, entre las claves para avanzar al 2030, según representantes de empresas y gobierno.

En el marco de la celebración de su 12° aniversario, la Red Argentina del Pacto Global llevó adelante el "1er Diálogo público-privado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible: alineando las estrategias de negocios".

Tras la aprobación el año pasado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la firma del acuerdo que los contiene en este 2016, los gobiernos de todo el mundo se han dado a la tarea de desarrollar sus contribuciones nacionales. En esta faena, el involucramiento de todos los actores de la sociedad es clave y la participación del sector empresarial se vuelve fundamental.

Para facilitar este proceso, la pata local del Global Compact estableció estos encuentros con el objetivo de contribuir a la campaña de enraizar la agenda global en los contextos locales a fin de maximizar la contribución corporativa.

“Los ODS presentan una nueva oportunidad para obtener soluciones desde las empresas, permitiéndonos demostrar que desde el sector privado y conectando las estrategias de nuestros negocios con las prioridades globales, podemos contribuir al desarrollo sostenible de las personas, las sociedades y el planeta en general”, destacó Néstor Abatidaga, CEO del Grupo Sancor Seguros.

¿Qué implica esta nueva agenda?
Esta sucesora de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) establecidos en el año 2000 por un período de quince años avanza sobre las cuestiones que quedaron pendientes construyendo sobre la base de los logros alcanzados. Como se explicó a lo largo de la jornada, hablamos de un documento superador en distintos puntos, que va más allá de una cuestión cuantitativa, empezando por su nivel de ambición y su carácter universal de responsabilidades compartidas y diferenciadas.

"Tenemos que alcanzar 17 objetivos, 169 metas, pero tenemos un fin común: los tenemos que alcanzar en 15 años. No podemos darnos el lujo dentro de 15 años de trasladarle la responsabilidad a la próxima generación y por eso creo que estamos en una generación de transición: tenemos que dejarles a aquellos que lleguen a los lugares de decisión de 2030 un mundo absolutamente sostenible y tenemos la oportunidad para hacerlo", disparó Flavio Fuertes, Coordinador de la Red Argentina del Pacto Global, durante su intervención en el bloque “Movilizando al sector privado”.

"Tenemos que alcanzar 17 objetivos, 169 metas, pero tenemos un fin común: los tenemos que alcanzar en 15 años. No podemos darnos el lujo dentro de 15 años de trasladarle la responsabilidad a la próxima generación", Flavio Fuertes, Coordinador de la Red Argentina del Pacto Global.

Esta magnitud de la tarea la plantea de lo más ambiciosa. "Es una agenda de bienestar más que una agenda de finalización de la pobreza. La apuesta de la agenda no es hacia los mínimos, es una apuesta hacia los máximos", explicó en el mismo bloque Andrea Pradilla, Directora del GRI para Latinoamérica.

Además de explicar qué es lo que pretende este mandato global, en el evento se abordó su enfoque y quedó en evidencia que la responsabilidad principal en el logro del desarrollo recae fundamentalmente en el estado. "El carácter integrador y equilibrado de todos objetivos requiere una visión de conjunto y coordinación que los estados nacionales están en condiciones de proveer", puntualizó Gustavo Zlauvinen, Subsecretario de Relaciones Exteriores.

Para ello, en Argentina tras una primera priorización nacional de 90 metas, se encuentra ahora trabajando a nivel provincial en función de los grandes objetivos que ha presentado la actual gestión de gobierno de pobreza cero, lucha contra el narcotráfico, la unión de los argentinos y, para el NOA y el NEA, el Plan Belgrano. "Estamos haciendo cruces con las metas que plantean los ODS", planteó Luis José Di Pietro Paolo, Director de Proyecto, dependiente del Ministerio de Economía Social en su aporte al panel “Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la agenda pública y privada: desafíos y oportunidades” bajo la moderación de Sebastián Bigorito, Director Ejecutivo del Consejo CEADS.

La sumatoria de las partes
Sin embargo, esto solo se vuelve posible a partir de la colaboración de todos los sectores. "Se vuelve imprescindible la sinergia porque con un contexto turbulento y de cambios de paradigma tenemos que mirarnos entre nosotros, entre los sectores, pensar qué nos pasa, por qué nos pasa y empezar a caminar juntos para ver lo que podamos aportar como cambio para poder establecer las mejores condiciones para una sociedad vivible y para tratar de dar lugar preferencial a los que tienen asimetría de información que siempre quedan afuera de cualquier experiencia de desarrollo que son los sectores más vulnerables", detalló Cristina Calvo, Directora de Desarrollo Humano del Ministerio de Hacienda de la Nación durante el panel.

"Se vuelve imprescindible la sinergia porque con un contexto turbulento y de cambios de paradigma tenemos que mirarnos entre nosotros, entre los sectores", Cristina Calvo, Directora de Desarrollo Humano del Ministerio de Hacienda de la Nación.

Esto significa que los objetivos que se plantean están lejos de ser una abstraccción, sino que se encarnan en nuestras realidades y hábitos más íntimos. "Los ODS hablan de metas de patrones de producción y consumo sustentables que nos invita a todos a nivel personal a examinar nuestras prácticas", opinó René Mauricio Valdés, Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en la Argentina.

Esta interpelación directa a cada uno de nosotros no nos modifica solo a nosotros sino que mediante nuestras acciones la transformamos a ella misma. "Es una agenda viva, dinámica y abierta que se construye diariamente desde los contextos locales, de abajo a arriba y nos empodera a todos. Nos mejora a todos, pero nos implica a todos a trabajar de manera colaborativa en pos de logros compartidos", sostuvo durante el bloque Javier Cortés, Gerente Regional de las Redes de las Américas del Pacto Global de Naciones Unidas.

El grano de arena corporativo
Así, se presenta como una nueva oportunidad para obtener soluciones desde las empresas. Como explicó Calvo, entre los logros mundiales que tuvieron los ODM como la baja de la pobreza en términos absolutos, el avances en la vacunación y escolarización primaria o la baja de la mortalidad, quedaron asignaturas pendientes. Entre estas últimas, se encuentran la precarización laboral, las infraviviendas y contaminación y cambio climático. Es por eso que en estos tres aspectos tan cruciales y tan débiles en los resultados de los ODM, para la funcionara y académica se vuelve inexcusable la presencia del sector privado.

Es por eso que se espera no solo un comportamiento activo, sino un rol de liderazgo, a la altura del que desempeñaron las 1.500 compañías que formaron parte del proceso de definición de los ODS.

En este sentido, la presencia de Paul Polman en Unilever hace que la vara se eleve no solo puertas afuera, sino hacia el interior."La organización no llega nunca a responder a la velocidad de la demanda de Polman, pero creo que se trata de una tensión positiva porque nos pone a todos en ese lugar incómodo de tener que repensar y redesafiarnos", consideró Axel Flugel, Gerente de Relaciones Externas de Unilever Cono Sur, en el panel.

Pero para poder ser líder, uno tiene que conocerse y conocer sus limitaciones. Algo en lo que se hizo hincapié reiteradas veces por los distintos voceros es que en este llamado mundial, el primer paso es entender la agenda y comprender que en ocasiones no hay lugar para el involucramiento del sector privado, su papel es el de complementar y no el de reemplazar al estado. Así una empresa será capaz de detectar dónde su presencia será relevante, a la vez que le significa un rédito. Entre las 1.500 representantes del ámbito internacional, detectó tras un primer análisis, nueve de los ODS como muy estratégicos para el negocio, entre los que se encuentra salud y bienestar. "Si uno ve qué abarca cada objetivo y analizando las metas que tiene cada uno, va a identificar metas muy alineadas con el negocio", comentó Betina Azugna, Gerente de Responsabilidad Social del Grupo Sancor Seguros, durante el panel.

Es en estas búsquedas que entran en juego el SDG Compass y la Campaña de pioneros locales respectivamente. La herramienta SDG Compass presentada por Pradilla del GRI fue fruto de un esfuerzo global único y pionero en el tema de cómo orientar la contribución del sector privado. El fin fue hacer un inventario de buenas prácticas, con los indicadores y herramientas de impacto. Así, propone una aproximación para que las compañías puedan identificar el business case de cada objetivo, mapear la cadena de valor para la definición de prioridades, fijar metas, y embacarse en el reporte y su comunicación.

Por su parte, Cortés, del Pacto Global, ilustró que SDG Pioneers se diseñó para lograr que los objetivos globales sean implementados por empresas locales con dos criterios de presentación para ayudar a identificar a estos pioneros. Durante la implementación de la campaña, la primera categoría identificará a los mejores líderes de negocios locales y la segunda a los mejores generadores de cambios locales.

Con estas herramientas y espacios de articulación e intercambio de información, existe un norte y múltiples vías y guías de apoyo para que cada corporación se oriente. En esta línea, Fuertes reveló que a nivel global, se detectaron cinco ODS en donde empresas encuentran su máximo de contribución. Y en el caso de Argentina, a partir de los diálogos que se establecieron desde la red en 2013, se identificaron a nueve de los 17 como prioritarios: acabar con la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, acción por el clima, paz, justicia e instituciones sólidas.

El valor de la confianza
Sin embargo, para sumar el apartado empresarial y lograr alianzas y articulaciones estratégicas, todos los referentes coincidieron en que la confianza es el común denominador. "Pasados 15 años, el mundo ha experimentado una revolución brutal sobre todo desde el punto de vista tecnológico. Esto ha impactado no solo en los flujos financieros, sino también a la hora de acceder a todas las personas y actores que operan en el mundo, convirtiendo a las sociedades más globales, más interconectadas, más complejas y transparentes que nunca y esto pone el mundo patas arriba, cambia las reglas de juego. El mundo de hoy es más transparente y la transparencia hace que la confianza en cada uno de los actores sea la moneda en curso, en la que va a destinar valor social, económico y político", expuso Cortés.

Como ilustró Calvo, con gobiernos que mantienen posturas cerradas, un sector privado enfocado en el lucro y una sociedad civil que quiere mantenerse "pura", decirlo es más fácil que hacerlo. "Nosotros estamos muchas veces en una posición pasiva desde el punto de vista de la articulación y creo que es un desafío que tiene que ver más con la época que con otra cosa. Venimos de momentos de desencuentros en donde la corta visión en ambos lugares generaba también la dificultad de entender que existía la posibilidad de una sinergia de objetivos o necesidades. Hay que desacoplar el crecimiento del impacto porque si no conseguimos eso, no hay más mundo, y si no hay más mundo, ustedes no van a poder gobernar a nadie y nosotros no vamos a poder venderle nada a nadie y eso es un dato de realidad que tenemos que trabajar juntos", reflexionó Flugel.

"Hay que desacoplar el crecimiento del impacto porque si no conseguimos eso, no hay más mundo, y si no hay más mundo, ustedes no van a poder gobernar a nadie y nosotros no vamos a poder venderle nada a nadie y eso es un dato de realidad que tenemos que trabajar juntos", Axel Flugel, Gerente de Relaciones Externas de Unilever Cono Sur.

Para el gerente lo importante está en regenerar esta confianza de una relación rota, de un vínculo quebrado. Y para él, ese proceso se dio naturalmente en el desarrollo de idea y definición de los ODS y lo que terminó contagiando y generando el momentum del año pasado fue una especie autocrítica generalizada. Además, esta dinámica público privada también va a tener que pensar en construir pensamientos diferentes. "A nosotros nos toca entender que los bienes y recursos son escasos y tienen límites y no son ilimitados. Y a los gobiernos hay que pedirles mirar hacia adelante desde el punto de vista de empoderar y privilegiar a quienes desarrollen en pos de estas ideas de recursos limitados y no castigar a aquellos que siguen haciendo business as usual porque en definitiva todos reaccionamos mejor ante un estímulo positivo que ante un estímulo negativo", completó el vocero de Unilever.

Y es en esta continua apuesta que Sancor Seguros en Sunchales se ha embarcado en acciones a nivel municipal de intervención social articulada exitosamente."Hay muchos espacios donde se encuentra el diálogo y la posibilidad de trabajar en políticas públicas a nivel local", destacó Azugna. Así, por ejemplo, cuando muchas personas fallecían o quedaban incapacitadas porque no se usaba casco en las motocicletas, el grupo trabajó con el municipio y otras empresas por lograr la ordenanza municipal que finalmente se legisló al respecto. A nivel nacional, es parte del comité consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, donde trabaja directamente en el análisis y mejora de políticas. Aunque la vocera también reconoce que sí faltan espacios en otras áreas.

Reconstruir la institucionalidad
Pero los desafíos no son solo a nivel empresarial, sino que el gobierno también se enfrenta a una reconstitución del tejido institucional en varias aristas. Una de ellas en Argentina tiene que ver con el INDEC y las estadísticas. Mientras que en los ODM el punto de medición se fijó como 1990, para los ODS, Naciones Unidas dejó que los países lo elijan. Nuestra nación todavía no estableció ninguno y se encuentra evaluando por cuál optar. "Nosotros para determinadas cuestiones y temas como pobreza y trabajo tenemos un problema si queremos tomar como línea de base por ejemplo el año 2000", reconoció Di Pietro Paolo, del Ministerio de Economía Social.

Y es que la construcción de indicadores y el cumplimiento de los objetivos no es un paquete enlatado. "Tenemos que salir de los corsets de elaboración, de las cuestiones de escritorio y llegar realmente a enfocar lo que se necesita a nivel de municipio, de pueblo, de provincia y desde el estado nacional colaborando fundamentalmente con los sectores más débiles", determinó Calvo del Ministerio de Hacienda.

Evidencia de esto es la complejidad técnica y política que se puso de relieve en los ODM y hoy vuelve a verse en los ODS comentada por el director de Proyecto. Por empezar, los 230 indicadores planteados para las 169 metas presentan otro desafío. Mientras que 150 de ellos se encuentran bien formulados y con modos de medición, hay otra serie de por lo menos 50 de carácter más cualitativo que cuantitativo que todavía no están definidos. Falta definir su enunciación, formulación, metodología de medición e identificas las fuentes y medios para medirlos.

A esto en nuestro caso se suma el hecho de que al tratarse de un país federal, para la priorización de acuerdo a la realidad de cada territorio, el análisis del estado de situación de las cuestiones en cada territorio, la detección de cuáles son los medios para la recolección de datos, también implica el apoyo a las metas y la faz presupuestaria de disponer los recursos que dependen de una decisión política.

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