El Banco de Inglaterra continúa evaluando la resiliencia climática del mercado


La entidad pidió a las aseguradoras que evalúen el potencial que tiene el calentamiento global para alterar. En esta línea, en junio les presentó un ejercicio exploratorio con tres escenarios diferentes. Las respuestas se aceptarán hasta el 31 de octubre.

El Banco de Inglaterra puso la agenda climática en el centro del mercado nacional: pidió a las aseguradoras británicas que evalúen cómo el calentamiento global podría afectar el valor de las acciones y bonos que poseen, además de analizar el potencial que tiene para alterar los mercados financieros.

En esta línea incluyó tres escenarios relacionados con el cambio climático en una prueba de estrés más amplia que busca determinar cuán robusta sería la industria en tiempos de tensión. Los interpelados tendrán tiempo de presentar sus respuestas hasta el 31 de octubre.Los tres escenarios son de naturaleza exploratoria y fueron desarrollados por la Prudential Regulation Authority (PRA) del Bank of England.

Así, el organismo apunta que estas narrativas hipotéticas se pensaron para promover la discusión sobre cómo los modelos de negocios y los balances pueden necesitar adaptarse, no para evaluar la capacidad de recuperación financiera actual.

Tres narrativas hipotéticas se pensaron para promover la discusión sobre cómo los modelos de negocios y los balances pueden necesitar adaptarse, no para evaluar la capacidad de recuperación financiera actual.

El ejercicio, que empezó en junio, es parte de un esfuerzo más amplio del Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, para centrar la atención de los inversores tanto en cuestiones medioambientales como en cómo están creando nuevos riesgos para el sistema financiero.

Hay quienes señalan que el interés de la PRA es mirar los escenarios más extremos. Así, algunas compañías de seguros podrían estar más expuestas de lo esperado. De todos modos, el PRA no tiene la intención de revelar los resultados de manera individualizada y publicará un resumen de los resultados en el primer trimestre de 2020.

Tres escenarios, tres futuros posibles
Un escenario plantea que la rápida acción global para detener el cambio climático termina en una transición desordenada. En él, por ejemplo, las acciones de las petroleras caen un 42% en tres años y los fabricantes de automóviles también sentirían el impacto ya que los motores tradicionales se desechan en favor de los vehículos eléctricos.

Otro panorama prevé una transición ordenada y un calentamiento en la atmósfera que se mantiene muy por debajo de los 2°C desde los niveles preindustriales. En este contexto, la economía cambiaría hacia las cero emisiones de carbono para 2050.

Una tercera perspectiva se muestra como el resultado de regulaciones ambientales poco endurecidas, resultando en un calentamiento de 4°C para 2100 y cambios más significativos en el clima.

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